Lo de mañana
Cita en el SUR ·
Llegar a 122 años es hoy posible, dependiendo a quien votemosMaría Blasco, directora del Instituto de Investigaciones Oncológicas, dijo ayer en Málaga que el tope biológico de nuestra especie está en los 122 años, pero ... la científica Margarita Salas murió anteayer con 80. María Blasco afirma que la barrera de los 122 podría superarse en muchos años si aplicásemos todo lo que sabemos sobre el envejecimiento. Yo no me quiero morir, pero tampoco durar tanto, con los nietos de mis nietos pidiéndome que recoja del colegio a sus hijos, y sus padres regañándome porque en vez de una pieza de fruta les doy pan con chocolate para merendar. ¿Cuántas tabletas habría que comprar para tantos niños? No cabríamos todos en Nochebuena y los sofás tendrían que ser de 15 plazas. La gente vieja se arruga y está mal vista y eso es lo primero que habría que cambiar. Margarita Salas decía que de joven era discriminada por ser mujer, y que ahora lo era por ser mayor. Antes que vivir mucho habría que tratar de vivir bien. Las mujeres extranjeras, también mal vistas por algunos, se ocupan de los cuidados de nuestros mayores que no pueden valerse por sí mismos, por unos salarios con los que no podrán llegar a viejas. ¿Quién las cuidará a ellas? Los principales sindicatos, que agrupan sobre todo a las cuidadoras nacionales, se quejan de la precariedad en el empleo, con sobrecarga de trabajo y reducción de sueldos, que difícilmente llegan al salario mínimo que VOX promete quitar porque le parece mucho.
Mañana se celebran elecciones y estamos cansados de votar, como si estuviésemos agotados de vivir tanto y nos exigieran otro esfuerzo. Pensamos que los políticos no han realizado su trabajo y por eso entran ganas de quedarse en casa. Margarita Salas decía también que lo importante es no tener arrugas en el cerebro. Mañana debemos votar y tener en cuenta aquello que consideramos importante, pues a veces nos hablan de asuntos que nos pillan lejos y nos embaucan como vendedores ambulantes de palabrería fácil que puede encendernos en causas secundarias alejadas del bienestar de las personas, empezando por las más desfavorecidas. Vivir bien no significa que algunos vivan bien y el resto que se vaya apañando. Somos un conjunto y todos debemos estar en la misma trinchera. Las mujeres mayores somos todos y también las cuidadoras, vengan de donde vengan. Quien las insulta está insultando al conjunto que formamos y quien las defiende nos defiende. Me da pereza que me organicen una fiesta sorpresa a los 100 años y que todavía me queden 22, sin embargo es preocupante que gente mucho más joven esté pasándolo mal en las mismas calles que piso. Otro mundo más justo es posible y de eso va lo de levantarse joven mañana e ir a votar. Más tarde, aprovechando el día ante café y churros, ante un plato de arroz bajo este cielo azul, podemos hablar de todo y exaltarnos con asuntos extravagantes, pero al votar vamos a ocuparnos de lo importante, que no es siempre lo que nos dicen.
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