Las luces
Los alcaldes de Madrid y de Vigo nos han empujado fuera de la pelea, menos mal
El Gobierno español está buscando a 6.237 malagueños que no encuentra y, al mismo tiempo, los gobiernos alemán y aliados buscan malagueños de los ... que ya no hay. Resulta que de los 50.000 malagueños inscritos como perceptores del bono social eléctrico, el Gobierno no encuentra a 6.237. No se sabe dónde están pero sí dónde estarán pasado mañana: en el encendido de las luces navideñas, cuando Antonio Banderas pulsará el interruptor de la luz ocasionando un fogonazo que podría verse en Plutón, planeta enano y que traen en volandas, que si ahora es planeta o no, un planeta festivo, como nosotros, verbenero. Gracias a que el alcalde de Madrid ha picado el anzuelo chulesco del alcalde de Vigo, a ver quién la tiene más larga, la iluminación. El alcalde de Madrid ha asegurado al gallego presuntuoso que desde Vigo verán el resplandor madrileño, Málaga ha quedado un poco apartada de la vulgar pelea, como si no se buscasen luces dignas para Málaga sino las mejores del mundo mundial. Si al conectar la lavadora y el horno saltan los plomillos, no sé si habrá peligro de apagón cuando Antonio Banderas pulse el botón rojo. El alcalde de Vigo ha advertido al de Madrid que el de Nueva York ya perdió la luminosa batalla con Vigo el año pasado. Málaga ha perdido la conexión directa y diaria con Nueva York, que aportaba mucha luz.
Esos 6.237 malagueños están a punto de perder los hasta 124 euros que les corresponden y, en un último intento, el Gobierno ha publicado el DNI de todos ellos en el Boletín Oficial del Estado, confiando en que cuando estos beneficiarios, casi siempre de rentas bajas, lean el BOE, como seguramente hacen cada mes, verán la luz. El Gobierno podría transferir ese dinero a las cuentas de los beneficiarios, pero como se contempla que estos puedan rechazar el pago que solicitaron, para mondarse, prefieren la vía BOE, la de antes, la de siempre, como los malagueños que buscan los gobiernos aliados y alemán: malagueños de los que ya no hay.
Una productora británica va a rodar en Málaga una serie sobre la Segunda Guerra Mundial, y busca malagueños sin barba, melenas ni tatuajes. Lo tiene difícil. Para quien le guste el cine, actuar es una manera divertida y bonita de cerrar un círculo, y se cobra, aunque poco, pero gusta echar unas horas y que te paguen, es como encender la luz y que te devuelvan el dinero. Algunas de las escenas se filmarán en el Ayuntamiento, y es probable que alguno de los beneficiarios de la ayuda eléctrica participe como soldado de otra época, una época donde el BOE era leído, digo yo. Un gobierno inteligente y práctico pediría al generoso Antonio Banderas, que antes de pulsar el interruptor leyese los 6.237 DNI, para que pasasen a cobrar, o se llevasen una bombilla. El centro va a estar animadísimo. Eso sí: deberían advertir en el BOE que en algunos establecimientos las cañas están alcanzando precios centroeuropeos. Cada vez que alguien pide otra cerveza, se produce un apagón en los bolsillos.
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