¿Hay libertades en peligro? Sí
CARTA DEL DIRECTOR ·
Suelo desconfiar de aquellos que se autodenominan defensores de mis libertades y derechos. Porque los grandes atropellos se han cometido siempre en nombre de nuestra ... seguridad, de nuestra salud o de nuestro bien. Y reconozco mi inquietud en estos días de confinamiento y de verdaderas amenazas a la libertad de expresión e información. Después de ver que el propio CIS llega a plantearle a los ciudadanos la posibilidad de coartar el acceso a la información; después de escuchar a todo un vicepresidente del Gobierno como Pablo Iglesias decir que la existencia de medios de comunicación privados ataca a la libertad de expresión (sí, lo dijo en 2013, hay un vídeo que lo demuestra); después de que el ministro de Interior, Grande-Marlaska, anuncie la monitorización de las redes sociales «con el fin de comprobar algunos discursos que pueden ser peligrosos o delictivos»; después de que el Gobierno quisiera geolocalizar a los ciudadanos para luchar contra el coronavirus, medida que rechaza la propia UE, y después de que la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, con la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, al frente, trabaje en los tipos penales de las noticias falsas, la realidad es que siento un progresivo desasosiego y temor. Tengo la sensación cierta de que hay derechos y libertades que hoy están en peligro.
De hecho, juristas de reconocido prestigio dudan de que las restricciones del decreto tengan un fundamento claro en la ley del estado de alarma, hasta el punto de advertir de que dicho decreto se está modificando por la vía de la praxis policial. Una cosa es que el confinamiento sea preciso y otra que no signifique una vulneración de los derechos. Nos movemos en un plano teórico que viene a llamar la atención sobre el peligroso precedente de la intromisión del Estado en nuestra privacidad y la consiguiente cesión de derechos. ¿Cuándo se dará por terminada esta situación especial? ¿ Cómo podemos protegernos de decisiones del Gobierno que traspasen la legalidad? Es de vital importancia, como explicó el periodista Mateo Balín en su reportaje 'El confinamiento de las libertades', estar atentos ante cualquier tentación liberticida del Poder Ejecutivo.
Estamos en una espiral de confusión que puede distorsionar nuestra percepción. Se utiliza el virus, la ultraderecha, Vox, el bulo, la mentira, las 'fake news' como justificaciones para dar un paso más en la limitación de derechos. ¿Por nuestro bien o el de ellos? Entonces, surgen los interrogantes: ¿Quién dice y quién decide lo que está bien o está mal; lo que está permitido y lo que no más allá de nuestro ordenamiento jurídico? ¿Es un Gobierno, un partido o un líder el que nos dice qué y cómo pensar? Esto suena realmente mal para que ocurra en España. Por eso hay que estar vigilantes, por eso hay que defender con todas las fuerzas posibles la libertad de expresión y de información porque es el último bastión para frenar las tentaciones y delirios totalitarios.
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