La ley de vivienda, 'pa' ti

Pocas medidas hay más efectivas para impulsar la economía de un territorio como servir de refugio ante otros donde da miedo tener dinero. Ya venimos notando desde hace tiempo la derivación de proyectos hacia la provincia procedentes sobre todo de Barcelona, dado que allí llevan la delantera en eso de ponérselo difícil a los especuladores que pretenden construir pisos y ofertarlos en alquiler a la gente a un precio de mercado.

Particularmente, en la capital malagueña tenemos mucho que agradecer a la Condal, porque los promotores y los fondos de inversión internacionales huyen de allí como almas que lleva el diablo. Consecuencia: la oferta de pisos ha caído y los precios, lógicamente, suben porque la demanda sigue siendo alta. Son las más elementales leyes de la economía, que nuestros gobernantes, desde sus salones de los mundos de Yupi, no ven; o sí, pero les da igual porque realmente el objetivo es otro.

Tal y como ha pasado con la norma del 'sí es sí' y el desfile de condenados por agresiones sexuales fuera de las cárceles, ahora veremos desfilar a los capitales desde aquellos territorios donde entre en vigor la norma hacia Madrid y Andalucía. Como vienen advirtiendo los promotores desde hace meses, con el malagueño Ignacio Peinado a la cabeza, hay que estar preparados para lo que se avecina y agilizar la normativa para poner en carga nuevos suelos residenciales lo más rápido posible; para que estas nuevas promociones ayuden a equilibrar la demanda, que en el caso de Málaga sigue disparada, con la oferta de alquiler, que es prácticamente inexistente. También hay que activar ya los avales para que los jóvenes tengan más fácil el acceso a una hipoteca.

Mientras en otros territorios se pegan con la realidad de una norma contraproducente, que va a generar aún más desigualdad y frustración entre quienes necesitan un techo donde vivir, y quienes antes lo ofrecían y ahora seguramente lo dejarán de hacer, Andalucía debe seguir la senda del sentido común y dar la bienvenida a los inversores que busquen garantías jurídicas para su dinero. Vamos, que la ley de vivienda, 'pa' ti.