Leer, tarea urgente
El tiempo del verano es tiempo propicio para la lectura serena. Podemos zambullirnos en relatos cortos, que permitan mantener la atención; podemos leer fragmentos sugerentes, ... que nos ayuden a reflexionar, pero si preferimos zambullirnos y bajar a otras profundidades siempre quedará la posibilidad de elegir libros que nos sumerjan durante horas en propuestas desconocidas, que intuimos o hemos llegado a conocer.
Recuperar la lectura de un libro, a nivel humano hace mucho bien. Los grandes escritores, muchos de ellos de gran calado espiritual, acercan al misterio humano. Estoy leyendo hoy 'Leonera', de Fernando León de Aranoa, me gusta. Permite sumergirte en otros mundos que, a su vez, te abren a tus mundos, algunos dormidos, otros latentes, todos tuyos; esos que se despliegan para recuperar la memoria perdida, las ilusiones recuperadas o las ideas que aún están por llegar. Es mera sugerencia esta recopilación de piezas breves de este director de cine, observador de la realidad y de las contradicciones implícitas del alma humana. Porque recordemos que cualquier escritor, más allá del credo que confiese profesar, es aliado del arte y éste toca directamente la fibra del alma con la perplejidad y urgencia de la vida que pide gritos con renovado afán.
De ahí, la sugerencia de este último artículo hasta septiembre; leamos para abrirnos a otros mundos, a otras vidas porque no todas están en aplicaciones móviles. Leer es hoy en día acto de rebeldía, abre a otros mundos y nos enfrenta a nuestras rebeliones. Y, por supuesto, aporta ideas y fuerzas para afrontar la realidad desesperante en la que nos instalamos un día sí y otro también. No sucumbamos al tedio de rutinas, que igual que hay quien tiene su rutina de belleza para el rostro, también el alma necesita de cuidados entre los que pasa la lectura atenta. Feliz verano.
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