La Justicia salva al Málaga
CARTA DEL DIRECTOR ·
La Justicia nunca falla. O casi nunca. Y no hablo de Cataluña o de los casos de corrupción que asolaron la política y a los ... políticos. Basta hacer memoria y recordar casos como los de Urdangarín, Rato, la trama Gürtel, los ERE de Andalucía o los independentistas del 'Procés' para darse cuenta de que el sistema judicial es fiable en España. Con sus tiempos, su lentitud, sus plazos y sus garantías, pero siempre acaba llegando. Quizá por esa eficacia y esa independencia se ha convertido ahora en el nuevo objetivo de Pedro Sánchez, que trata de absorber a su manera el Poder Judicial. O al menos controlarlo o limitar su independencia. Es tranquilizador, y una suerte, que esta Justicia cerque a políticos, banqueros, empresarios, malhechores, pillos, estafadores y mangantes de todo pelo y condición.
Pero no vengo a este lado izquierdo de la página para escribir de política, ni siquiera de la Justicia. Vengo a poner de relieve la extraordinaria suerte del malaguismo, que ha ganado una importantísima batalla para intentar alejar al Málaga Club de Fútbol del precipicio en el que se encontraba por culpa, simplemente, de la familia Al-Thani y sus delirios. La decisión de la jueza María Ángeles Ruiz González de intervenir el club, apartar al jeque Abdullah Al-Thani y a sus tres hijos consejeros del Málaga (Nasser, Rakan y Nayef) y nombrar a José María Muñoz administrador judicial supone una tabla de salvación para el club malaguista.
Además de la labor de la Fiscalía, es justo reconocer el empeño y decisión de los pequeños accionistas y de otros malaguistas que, desde la discreción, han sido artífices de esta solución. Muy pocos creían en la inhabilitación de Al-Thani por la vía judicial. Incluso fueron muchos los que criticaron esta opción y acosaron desde las redes a los que denunciaron las malas artes y la mala gestión de la familia Al-Thani. Ha sido asombroso contemplar cómo algunos aficionados seguían cegados con un jeque que iba camino de llevar al Málaga C. F. a la desaparición. Es cierto que el equipo alcanzó con Al-Thani las cotas más altas de su historia, pero ello no le daba carta blanca para expoliar el malaguismo.
Ahora el Málaga C. F. tiene una extraordinaria oportunidad, tanto en los despachos como en el ámbito deportivo. Es el momento de empujar entre todos este autobús lleno de sentimientos, identidades y pasión por los colores blanquiazules para sacar al club a flote y, quizá, desde los escombros que han dejado los Al-Thani reconstruir el club y el equipo con otra forma de entender el fútbol para devolverlo a Primera División. Son muchas las amenazas e incertidumbres y la primera de ellas es que Al-Thani sigue siendo el propietario de la mayoría de las acciones. Al menos, por ahora. Pero hay que continuar paso a paso. Y el siguiente es ganarle al Racing con una Rosaleda repleta de malaguistas.
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