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Héroes y tumbas

Cita en el SUR ·

Algunos policías están configurando nuestro las noticias del verano

Pablo Aranda

Málaga

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Sábado, 20 de julio 2019, 09:31

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Justo en el cincuenta aniversario de la llegada a la Luna, Pablo Iglesias ha renunciado a asaltar los cielos, y Susana Ros, la concejala socialista de Castellón que dudó de la llegada a la Luna, ha dicho que lo dijo de broma. Las aguas vuelven a su cauce y el calor también. Y nosotros, sudorosos, al parecer no seremos convocados a otras elecciones. En Murcia, Vox ha dicho que bueno, venga, va, rebajando sus condiciones, y en Madrid confían en el efecto murciano. Se ha constituido la Diputación de Málaga y los próximos Goya tal vez se celebren en la ciudad de Picasso. Todo es de color. Hasta el hombre que mató al violento ladrón de un bolso en Fuengirola, y que fue detenido por el policía Luna, podría no entrar en prisión, al haberlo solicitado así la Fiscalía. Con dos años de condena no se libró directamente por no abonar la multa. Vox hizo una colecta que el hombre rechazó, aunque luego dijo bueno. El único concejal de Vox en Fuengirola es precisamente el agente Luna, uno de los policías nacionales que lo detuvo. El que roba a un ladrón tiene cien años de perdón, pero esto era otra cosa. El juez piensa que el héroe se extralimitó y es que algunos daños colaterales son definitivos. La policía no descansa ni cuando descansa. En la Estación de Málaga María Zambrano un policía no sólo de paisano sino en bermudas, ha detenido a dos peligrosos delincuentes suecos, y en el mismísimo Times Square neoyorquino un policía español de vacaciones ha detenido a un hombre que pegó a un policía estadounidense. La gente que había por allí empezó a aplaudir.

Yo una vez, cuando tenía 18 años, pasé por una calle del centro en la que una nube de humo negro impedía ver nada. Los bomberos se movían de un lado a otro pero no parecían decididos a entrar. Dejé mi carpeta en el suelo y me dirigí a uno de ellos: «¿Hay niños dentro?», pregunté, dispuesto a rescatarlos. «¿Cómo?», me dijo el bombero, «Estamos fumigando la calle», añadió. Es la vez que más cerca estuve de ser un héroe. Recuperé mi carpeta y me alejé lo más rápido que pude. Desde entonces todo ha discurrido de manera desigual, con una inestabilidad estable, sin demasiados fuegos cercanos. Mi admirada Anne Dufourmantelle, filósofa francesa que elogiaba el riesgo, murió ahogada hace dos años al tratar de salvar a unos niños en la playa. Hablaba de ese tipo de riesgo, no del gratuito. A veces mueren los mejores. Las mejores mujeres. Pedro Sánchez ha muerto metafóricamente unas cuantas veces, y ahí está, cerca de convertirse en presidente. La política española está para una serie, y la internacional ni te cuento. Que alguien con tantas ganas de ser ministro como Iglesias, según parece, se aparte, también tiene algo de heroicidad. Pero anda que la nuestra, aguantando tantas tonterías. No son serios. Lo malo es que nosotros tampoco. No sé dónde vamos a ir a parar. Muchos sí lo saben, y no siempre es bueno.

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