La Habilitación Nacional
Los funcionarios de administración local con habilitación de carácter nacional (secretarios, interventores y tesoreros), tienen atribuidas por la Ley 7/1985, las funciones reservadas de ... fe pública, asesoramiento legal preceptivo, control y fiscalización interna de la gestión económico-financiera y presupuestaria. Es muy significativa la exposición de motivos del Estatuto Municipal de 1924: «El nuevo Estatuto es radical en esta materia: crea el Cuerpo de Secretarios y reglamenta el ingreso en él y en los restantes escalafones de los funcionarios, dando primacía absoluta al régimen de oposición... Ellos habrán de agradecerlo, porque así se les aleja del constante peligro que sobre sus cabezas cernía el vendaval político».
Malos tiempos vienen para la habilitación nacional, ya que la modificación del apartado 7.º de la disposición adicional 2ª de la Ley 7/1985, avanza en la línea de 'descentralizar' el régimen de estos funcionarios, ya que indica el citado precepto que en el ámbito de la Comunidad Autónoma del País Vasco, todas las facultades respecto a dicho personal serán asumidas por esa Comunidad. Ya se intentó lo mismo en la Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2022, y el TC puso coto al tema por ser una materia impropia de la ley de presupuestos. Y para rematar, las enmiendas núm. 158 del Grupo Parlamentario Republicano y núm. 194 del Grupo Parlamentario Junts per Catalunya presentadas al Proyecto de Ley por la que se aprueban medidas urgentes para la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en materia de servicio público de justicia, función pública, régimen local y mecenazgo, van en la misma línea
Y sé de lo que hablo. Agosto de 1991, con 27 años y tras duras oposiciones a nivel nacional, tenía un servidor toda la ilusión de hacer bien mi trabajo como Secretario del Ayuntamiento de Marbella. Frente a Gil, me negaba a celebrar las sesiones de la comisión de gobierno municipal en la sede de su inmobiliaria, no le dejaba sacar expedientes de la Casa Consistorial y no paraba de hacer advertencias de ilegalidad contra su delictiva gestión. Aún resuenan en mis oídos su 'elegante' estilo, «tú no me paras mi proyecto con las leyes y esas cosas, esto lo llevo como mis empresas, y como no quieres colaborar, te quito de enmedio». Le explicaba al dueño de 'Imperioso' que las leyes hay que cumplirlas y que yo estaba para fiscalizar que así se hiciera; no me dejó terminar, «andaaaa, chico, date de baja, disfruta la vida y no me estorbes, además, tú tienes familia ¿no?, pues ten cuidado»; colgué el teléfono tras llamarle aprendiz de Al Capone. Al día siguiente decreto de Gil, vacaciones 'forzosas', quería que descansara de firmar reparos a tanto disparate. Salí de mi despacho y salvo honrosas excepciones, solo me acompañó el silencio. Los habilitados nacionales están para garantizar una administración local limpia y sometida a la legalidad. Ellos y ellas están ahí no porque lo decida el alcalde de turno, están por sus propios méritos tras ganar unas oposiciones estatales, no les deben nada a nadie, salvo a su conciencia y a sus obligaciones legales.
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