Greta Thunberg y Camilo Séptimo
Cita en el SUR ·
Ayer hubo huelga de estudiantes de Secundaria, Bachillerato y FP por el cambio climático. El seguimiento de la huelga fue masivo pero muchos no acudieron ... a la concentración en la plaza de la Constitución. Pobre Greta. Greta Thunberg cruzó el mar en un velero para no tomar un contaminante avión que habría contradicho su mensaje en la sede de la ONU. Greta Thunberg se siente traicionada y muchos mayores le dicen que bien, vale, ya ha dicho lo que tenía que decir, que vuelva a clase. Greta Thunberg, y los adolescentes malagueños, han recibido de herencia un planeta envenenado. Camilo Blanes, único hijo de Camilo Sesto, ha recibido de herencia el mismo planeta envenenado y dos millones de euros en efectivo, además de cuatro fabulosas residencias, una de ellas en Marbella, donde Camilo Sesto veraneaba. Camilo Blanes vive en México, pero en cuanto se enteró de que su padre había muerto tomó un contaminante avión. Viajar en barco para cubrir largas distancias exige tiempo y dinero. Dinero va a tener, aunque debe esperar un poco, pero carecía de tiempo si deseaba llegar al sepelio. El alcalde de Málaga ha afirmado que Málaga necesita varios grandes hoteles de lujo que puedan acoger a turistas de alto poder adquisitivo, como el hotel del puerto, que recibiría directamente a esos turistas que llegasen en barco.
La emergencia climática no es nueva, pero es ahora cuando está de plena actualidad y abre telediarios un día y otro. No me preocupa demasiado que Greta Thunberg falte unos días al colegio porque vivo en una comunidad con un 22% de absentismo escolar, según la cifra que dio ayer Javier Imbroda, consejero de Educación. Me preocupa más que muchos estudiantes malagueños se hayan quedado jugando a la Play en vez de concentrarse y regañarnos a nosotros, que les damos igual, como a nosotros nos da igual el cambio climático aunque nos hemos acostumbrado a reciclar y a pagar por la bolsa de plástico en la panadería. Eso sí, después vamos a la pescadería, o a la tienda de precocinados, a la carnicería, y aceptamos numerosos e innecesarios envases de plástico que separamos al llegar a casa para bajarlos al contenedor amarillo. Greta Thunberg se ha convertido en objetivo precioso de nuestra mala leche. Confieso que preferiría ser el hijo de Camilo Sesto, sobre todo ahora que ha muerto papá, antes que ella, en el centro de los focos y las dianas, pero es bueno poner sobre la mesa el cambio climático y que unos cuantos se planteen hacer algo. En algunos aspectos vamos para atrás y se nos olvidan las consecuencias de muchos actos cotidianos. El mundo podría ser un lugar mucho mejor de lo que es pero nos resistimos. Somos unos adolescentes que nos dejamos llevar, bah, qué importa nada. Si no hay clases, a la Play. Greta Thunberg me da un poco de pena, tampoco mucha, pero su mensaje es necesario. Me encantaría vivir en un mundo mejor. Y que se descubriera que mi padre biológico es Camilo Sesto. Tomaría un barco hasta Alicante y le diría a mi hermano que me diera un millón. Lo malo del barco es que me mareo.
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