Gestionamos la incertidumbre

La incertidumbre es una de las situaciones que más angustia causa en el ser humano. No tener control por nosotros mismos y/o el percibir falta de previsión por parte de quienes suponemos que lo tienen, puede causar miedo y vulnerabilidad. Las actuaciones que estamos observando a día de hoy, no son sino intentos de control (actuaciones que podemos poner en marcha por nosotros mismos para aumentar nuestra sensación de control) como medida de defensa ante algo que nos asusta. El miedo es la emoción relacionada con la supervivencia por excelencia y se transmite muy fácilmente. El hecho de disponer de una sobreinformación, al momento, y sin criterios de fiabilidad en muchas ocasiones, hace que la población se sensibilice mucho más.

Siendo conocedores de todos estos hechos, cabe preguntarnos qué podemos hacer para que la vivencia de algo tan estresante y por otra parte novedoso, no cause una mayor problemática a nivel emocional, tanto en población sana como en aquellas personas que cuentan con algún diagnostico o síntoma relacionado con la salud mental.

Debemos entender que experimentar desconcierto y cierto nivel de angustia es normal; se trata de una reacción adaptativa de nuestro organismo que nos pone en alerta ante algo novedoso que está sucediendo. Ahora bien, la pregunta que puede surgirnos es ¿cómo sé que esto que me pasa es una reacción excesiva? Durante estos días se han publicado por parte de los profesionales sanitarios diversos comunicados. De forma más específica, el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid ha publicado algunas pautas para el manejo emocional dirigidas tanto a la población en general, así como a la gestión de la información y las dudas con los más pequeños de casa.