El alcalde quería ser alcalde y tuvo que apartar a Pomares para serlo, pues lo exigía Juan Cassá para la Casona, y su voto era ... necesario. El alcalde sólo lo apartó un poco pues confiaba en recuperarlo, y ahora el juez ha archivado el «caso Villas del Arenal» y el alcalde lo ha restituido como concejal. Por si fuera poco, será rey mago, Baltasar, el rey negro, el que sale último, que es el rey que ríe mejor. Eso sí que son navidades navideñas. En la cabalgata de Úbeda el rey Baltasar saldrá el primero, para fomentar la inclusión y la igualdad, y en las tarjetas navideñas de Vox los tres reyes son blancos, como para no perdonárselo jamás. El Príncipe Carlos, cuyos baños los alicata Porcelanosa, también será rey, por fin, pues parece que la reina de Inglaterra abdicará a los 95 años. El alcalde de Málaga, 6 años mayor que el Príncipe Carlos, debería prometer no presentarse a las elecciones una vez que cumpla los 95, y entonces Pomares, alcanzada la madurez, podría ser candidato a la alcaldía. La reina de Inglaterra sólo tiene 93, así que todavía le queda tiempo de reinado. Sánchez no puede ser rey, pero sí presidente antes de Reyes, si atan esos flecos sueltos el PSOE y Esquerra, la cual es republicana. En una república el presidente es como el rey. En Madrid algunos llaman polacos a los catalanes. Seguramente ya lo saben, pero en polaco república se dice rzeczpospolita y el presidente es el seguro Duda.
En Esquerra Republicana esperan una declaración de la Abogacía del Estado sobre el proceso judicial, aunque en teoría hay independencia de poderes. En Polonia el gobierno del PiS acaba de eliminar dicha independencia. El mundo parece rodar sin rumbo y debemos aferrarnos a la UE, a pesar de que algunos crean que va contra nosotros. En Estados Unidos tratan de echar al presidente. La voz cantante en su contra es la de Nancy Pelosi, cuyo apellido es incompatible con el de Carmen Calvo, vicepresidenta en funciones. Algún politólogo debería ocuparse académicamente de la cabellera de algunos dirigentes. La de Trump parece dibujada por Idígoras y la de Boris Johnson, que como Donald Trump nació en Nueva York, cualquiera sabe. Desde 1978 en España ha habido 7 presidentes, y Dios ha permitido conservar el pelo de todos ellos, aunque a Lepoldo Calvo Sotelo, seguramente por su apellido, con menos amor, y tal vez por eso duró tan poco en el cargo. El pelo es importante y permite ocupar las manos en casos de nerviosismo, además de establecer el límite de hasta dónde lavar la cara, muy dura en el caso de algunos políticos. En España no tenemos presidente, pero contamos con dos reyes. En Málaga tenemos un gobierno bicéfalo en desequilibrio, merced a un acuerdo del PP y de Ciudadanos, del que fue interlocutor Juan Cassá, que de pelo tampoco anda mal. La condición principal para firmar un acuerdo fue que el alcalde prescindiera de Francisco Pomares, el rey negro, restituido desde ayer, menudas navidades.
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