Cuatro segundos en Málaga
Cita en el SUR ·
Los tiempos están medidos y la vida peligraLa policía ha desmantelado en Málaga una banda que robaba todoterrenos de lujo. Los todoterrenos de lujo son coches con precio de vivienda. Cada vez ... que en el Palacio de Ferias se celebra un encuentro en el salón del automóvil imagino un vehículo grandísimo. Los participantes en el encuentro quedan en el asiento del copiloto y después pasan al salón del automóvil. En el maletero se sirve una copa de vino español. No sé qué tiene el vino pero mejora los salones. Si con el vino se sirve un buen jamón, apaga y vámonos; aunque si nos vamos el vino y el jamón se quedan ahí. Resulta que en la banda había dos tipos que necesitaban sólo 29 segundos, lo que tarda en bajar un micrófono, para dejar un aparcamiento libre y a una persona sin su coche con precio de piso. Los compradores de bienes tan caros deberían asegurarlos contra robos. A lo mejor se trata de un bulo de una compañía aseguradora para que todo les vaya sobre ruedas. O quizá los socios consejeros de una aseguradora encargan a ladrones especializados que roben coches de gama alta. La Policía Local de Málaga nos deja aparcar en doble fila durante dos minutos. En dos minutos robaban cuatro coches y les sobraban cuatro segundos. Cuatro segundos no son nada pero a veces sí.
En un área de descanso de Las Pedrizas robaron el otro día 300 jamones a un camionero. El camionero había criado fama y se echó a dormir. No oyó nada extraño. La noticia no especificaba si el camionero iba o venía, por lo que no sabemos si nos han robado jamones que habíamos vendido o jamones que habíamos comprado. No todos podemos permitirnos un todoterreno de lujo pero sí un poco de jamón. El conductor dormía en la cabina porque no había salón del camión. No se dio cuenta del robo hasta que se despertó para seguir la marcha a las 05.45. ¿Qué horas son ésas de levantarse? A ese hombre hay que subirle el sueldo. El año pasado fue el año en el que más malagueños fallecieron y debemos cuidarnos. No está tan claro que Dios ayude a quien madruga. El amanecer es frío y confuso aunque se agradece el silencio. Paseo muy temprano a mi perro y no me cruzo con nadie. El otro día una señora mayor se asomó de un cuarto piso y me gritó «¡en el salón de tu casa, en el salón!». Alcé la bolsita con las deposiciones de mi perro, que depone lo que está dispuesto, a modo de respuesta. Tal vez se había levantado a beber un vaso de agua y se asomó por si llovía. Para salir tan pronto me pongo cualquier cosa y no parezco tan rico, por eso no me gritó «en el salón de tu automóvil». Mejor no sulfurarse porque es que nos morimos mucho, en serio. Morirse es que a tu coche le roben el dueño. A veces en nada, cuatro segundos y ya está.
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