Las correcciones
Cita en el SUR ·
Susana Díaz se ha tomado cuatro cocacolas en el Senado compareciendo ante un senador del PP que se apellida Aznar, como Aznar, y el presidente ... del PP andaluz, Moreno Bonilla, se ha tomado un refresco con Casado en un McDonalds. El año pasado el senador de Podemos Espinar fue fotografiado con dos botellas de cocacola en el comedor del Senado. Ese mismo día su grupo había pedido que se retirasen las cocacolas del Senado, debido al conflicto laboral. Las cocacolas de Espinar eran normales, cargaditas de cafeína y azúcar, pero las de Susana Díaz eran Zero. Posiblemente Moreno Bonilla acompañó su hamburguesa grande con una cocacola, pero no podemos asegurarlo porque el vaso de cartón no muestra ninguna marca y podría tratarse de Fanta de naranja. A lo mejor incluso los vasos de refresco, y las cajas de hamburguesas, estaban vacíos, como el pavo de Bush cuando visitó a sus tropas en Irak el Día de Acción de Gracias. Ese día aún no ha llegado a España, sin embargo ya llegará. Me troncho con/como el pavo. Nuestros políticos van llenándose de gas en campaña y en cualquier momento pueden explotar. Le ha ocurrido a Cospedal, que era amiga de un policía malo; pero los policías malos no tienen amigos. Hace muchos años, en otro país y en otro continente, coincidí con el alcalde de Málaga en un evento a las tres de la madrugada. El alcohol circulaba con la normalidad de esa mala hora y el alcalde pidió una Fanta de naranja. Estaba de servicio.
La campaña es peligrosa porque los políticos no paran de hablar y quien tiene boca se equivoca. Además, hay mucha gente atenta a los detalles y pueden atacarte por cualquier flanco. Hablando de atacar, y de flanco, han detenido a un hombre que planeaba asesinar a Pedro Sánchez por querer profanar la tumba de Franco. Lo planeaba de aquella manera, preguntando en diferentes grupos de whatsapp si alguien sabía cómo conseguir la agenda de Pedro Sánchez porque quería matarlo, pero el arsenal de guerra hallado en su casa es realmente de guerra. Además, es un gran tirador. A Rajoy un niñato le dio un señor puñetazo y a Berlusconi le estamparon una réplica de la catedral de Milán en la cara. Puestos a ser golpeados con una catedral, lo ideal es que lo intenten con una réplica de la de Málaga y que te den por la parte de la torre que le falta. El ultraderechista Bolsonaro fue apuñalado en plena campaña, pero no solo se curó sino que ha llegado a presidente de Brasil. En el colmo de la ironía, el presidente racista ha nombrado ministro de Justicia a un juez que se apellido Moro. De las noticias leídas durante esta campaña me preocupan sobre todo dos: la primera es que 10.000 malagueños no podrán formar parte de una mesa electoral por carecer de estudios; la segunda, y que afecta a todo el país, es el problema de las faltas de ortografía en los profesores. El mundo está para ser corregido con un rotulador rojo.
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