Callejón de Pedrega
INTRUSO DEL NORTE ·
Del murito a la barra van 4 metros mal contados por donde pasa el mundo, la vida, la Málaga...Ese callejoncito tiene nombre sonoro, de banderillero o así en estas tardes aún templadas de mayo. Por ese callejoncillo hemos pasado los años felices, las ... novias también felices, las ligues infelices y hasta a Jean-Pierre Castellani, que nos vino a hablar de Málaga en Manolo Alcántara y en Quijote. Y vio Pedrega y hasta se reafirmó en su mediterraneidad.
Me duele como un catanazo dado mal eso de que tú, callejoncillo de Pedregalejo, aparezcas como un foco infeccioso por culpas ajenas y en estos días. En esos callejones hermanos al tuyo hemos huido de broncas, chanqueteado la chancla... y qué bien huele la carne de 'El Gaucho'.
En Pedregalejo hay de todo, pero es la Gran Vía en cuatro pasos mal contados; las niñas al sol y el macarra, el camarero vegano y otro al fondo que va en una piragua de pie. Pedregalejo no es lo que saca el canal de Neutralia, y sin embargo es el más nuestro. Del murito a la barra van 4 metros mal contados por donde pasa el mundo, la vida, la Málaga...
Dejad a los niños acercarse a la playa parece un mandamiento bíblico, pero ahora es una necesidad en este momento en que somos lo que somos y el monte besa al mar en Málaga Este.
En todos lados cuecen habas, y aquí espetos. Lo que no vamos comprendiendo es que las musas y los ultraproteicos se vayan a mear a ese callejón, que es el vivir, donde en noches tranquilas huele a marisma y ahora como a Gobierno de coalición.
La gente orina donde puede, y más al sol. Y más después de tres cubatas. Y más con un ERTE que le corta las gónadas al más morigerado y que solo deja una única salida: la bandera como el que corre, el que corre como portavoz, la cerveza como liberación...
A ti, callejoncito de Pedregalejo, habría que hacerte un romance cachondo de entretiempo. Pero es que van los merdellon@s a regarte y ya hay poco que hacer.
En el fondo, ese callejoncillo de Pedregalejo meado es lo que quiere Iván Redondo: resulta que ahora la España que no se desconfina es la España meona. Yo sé que hay un problema de raíz que pasa por aquello que decía «Educación y despensa», pero que es una cosa de Joaquín Costa y que no conocen nuestros tiernos 'youtubers'.
La felicidad y la Seguridad Social fueron conquistas en tiempos duros, pero aquí parece que lo quieren reducir a un tiempo de espera y a un camarero moreno que nos va salvando la vida de sábado en sábado, como todos.
La gente se indigna. Y entre mear purina y mear sangre va todo; nuestra responsabilidad y una profilaxis descuidada que puede darle la razón a Lastra y a Otegi... cuidadín.
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