¡BRAVO ANTONIO BANDERAS!

Cabe felicitar a Antonio Banderas, pero sobre todo hay que darle las gracias por convertir Málaga en el escenario de su teatro y convertir la ciudad en la protagonista de uno de los nacimientos culturales más trascendentales de los últimos años. Y que sin lugar a dudas va a beneficiar no sólo la imagen sino la oferta cultural de la ciudad.

Es difícil saber lo que pasa por la cabeza de Banderas, pero lo cierto es que está demostrando con hechos y no con palabras su determinación de hacer cosas en su ciudad simplemente porque sí. Banderas podría haber hecho su teatro en infinidad de sitios, pero lo ha hecho aquí. Y está dispuesto a promocionar a los más jóvenes y allanarles si cabe un poquito el camino a los que aspiran, ni más ni menos, a ser actores como él.

Banderas ha sabido rodearse de un equipo leal y sólido y de unos patrocinadores que, más allá de la rentabilidad, se han involucrado en las ideas y aspiraciones de Banderas. También es justo reconocer el impulso de CaixaBank, El Corte Inglés, Porcelanosa, PicassoTower y Victoria junto a un grupo empresarios malagueños que se van a involucrar con su aportación económica.

Y como dijo recientemente en una entrevista en SUR, Banderas pasó página de aquellos días que le llevaron a retirarse del proyecto del Astoria y centrarse, sin políticos ni administraciones de por medio, en el Teatro Alameda. Es paradójico cómo lo que parecía y fue imposible en el ámbito público es hoy una realidad en el ámbito privado. Tanto es así que algunos de los que se mostraron en su día más beligerantes contra su proyecto estaban en el día del estreno haciéndose selfies en el patio de butacas. Visto lo visto, lo que mejor le pudo pasar a Banderas fue abandonar el Astoria. Hoy tiene su teatro en el antiguo Alameda, es feliz, más libre y más independiente.

Pero si el trabajo hasta el estreno de 'A Chorus Line' ha sido titánico, más aún lo va a ser consolidar el teatro y hacerlo viable. Y a pesar de la calidad de todo el equipo liderado por Lluís Pasqual, el gran peso recaerá en las espaldas del Banderas y en su capacidad de generar ilusiones.

Gracias Antonio por este regalo para Málaga. Gracias por tanto esfuerzo y, sobre todo, gracias por dar tanto por nada. Hoy Málaga y, especialmente el teatro y la cultura malagueña, están de enhorabuena porque aquel chico que salió el 3 de agosto de 1980 en el tren Costa del Sol para Madrid, con 10.000 pesetas en el bolsillo, estrenó el viernes, casi 40 años después, su propio teatro en Málaga. Y quiere convertirlo en una máquina extraordinaria de promoción del teatro y de Málaga.

No es habitual asistir a una relación como la de Banderas con Málaga. Y más aún teniendo en cuenta que él es desde hace tiempo uno de los actores más consolidados e influyentes en Hollywood. Las grandes estrellas y personajes suelen refugiarse lejos, desaparecer, escaparse, pero Banderas ha hecho todo lo contrario. Ha vuelto a casa porque se siente bien aquí, porque quiere trabajar aquí y porque quiere hacer grandes cosas aquí. Y eso es fantástico. ¡Bravo Antonio!