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La gente está preparando sus días de descanso. Sorprende cuando alguien te cuenta que sus vacaciones serán una semanita. Igual son días de asueto, de ... interrupción temporal por descanso del trabajo, pero vacaciones, vacaciones... eso no son vacaciones. Llamemos a las cosas por su nombre. A veces da la sensación que más que vacaciones estamos ante un respiro, como el que se practica en la piscina para coger aire y seguir nadando. Es preocupante. Mucho. Pero con los precios por las nubes es donde se llega. Puestas así las cosas o cortas y recortas o no te vas de descanso. De hecho, tres de cada diez españoles no podrán irse de vacaciones.
Con los precios por las nubes, la tendencia es acortar las vacaciones o anularlas: el 33 por ciento ni siquiera puede cambiar de aires durante una semana al año. Solo uno de cada diez españoles podrá disfrutar de más de 15 días de descanso. Estamos ante un serio problema. Porque si no descansamos adecuadamente se resiente nuestra salud y trabajo. También la vida espiritual. Y así están algunos, de los nervios. Menos mal que hay tendencias, de la mano de la creatividad, que permiten respirar, tomar días de descanso en otros meses o lugares más baratos y que, a su vez, permiten recuperar algo de fuerza: ir a monasterios, hacer el camino de Santiago... Pero no nos engañemos, el descanso es necesario; hay que desconectar. Sí o sí.
Málaga ha experimentado una de las mayores subidas del alojamiento en el último año, un 12%. Y esto, que, de entrada, afecta a los visitantes, también supone todo un reto incluso para los que vivimos en la ciudad que vemos cómo todo sube menos los sueldos. Siempre nos quedará la creatividad que permite inventar para descansar como Dios manda.
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