LA ALAMEDA, MEJOR A LO GRANDE
Carta del director ·
Intuyendo cómo va a quedar la Alameda Principal, somos muchos los que pensamos que el proyecto se puede quedar corto y que quizá habría que ... haber sido más ambicioso con una peatonalización completa. Al primero que se lo escuché, todo hay que decirlo, es al candidato socialista a la Alcaldía de Málaga, Daniel Pérez, que incluso va a incorporar a su programa electoral esa idea y la conversión del eje Paseo de los Curas-Manuel Agustín Heredia en el acceso viario Este-Oeste de la ciudad.
A nivel general, es una pena que los coches y los autobuses públicos condicionen un proyecto como el de la Alameda que, sin lugar a dudas, va a transformar la ciudad junto con toda la zona conocida como el Ensanche de Muelle Heredia o el Soho. Si reflexionamos sobre ello, la verdad es que las obras de la Alameda no han originado grandes problemas de tráfico; ni siquiera el hecho de que toda la zona de la Plaza Manuel Alcántara (El Corte Inglés) esté igualmente levantada por los trabajos del metro.
Quizá faltó arrojó y decisión por temor a un colapso de tráfico (que no ha ocurrido, insisto, ni siquiera durante las obras) o por una defensa, quizá miope, del espacio para los autobuses de la EMT.
Con este planteamiento, cobra todo el sentido la idea defendida durante años por De la Torre de haber convertido el parking de la Plaza de la Marina en un gran estación intermodal de transporte, donde hubieran confluido el Cercanías, el Metro y los propios autobuses públicos.
Echando la vista atrás, recuerdo el debate sobre el Palacio de Deportes, cuyo aforo se pensó escaso cuando se inauguró o la realidad de la escasa capacidad del Palacio de Ferias y Congresos. Por lo contrario, recuerdo algunas críticas a las consideradas entonces excesivas dimensiones de la Terminal del aeropuerto y el lujo de la segunda pista. Pues menos mal que se pensó a lo grande, porque de lo contrario hoy habría un grave problema en el recinto aeroportuario malagueño.
Se pensó también a lo grande con las dimensiones del Parque Tecnológico y se fue muy mojigato con los accesos viarios. Y así nos va. Con calle Larios se barajó con un carril central para coches y menos mal que finalmente se desechó esa idea.
Quiero decir con todo ello que no debiera olvidarse la ambición, las luces largas, la previsión a diez, veinte o cincuenta años vista y no a la próxima campaña electoral. Si nos detenemos a pensar, podremos observar que en esta ciudad llevamos demasiado tiempo que ni para adelante ni para atrás en los grandes retos urbanos. El metro al Hospital Civil, la integración del cauce del Guadalmedina a la ciudad, el desarrollo del muelle 4 del Puerto (Muelle Heredia), la explanada de San Andrés, los paseos marítimos de la zona Este (Caleta, Pedregalejo y El Palo) y algunos cuantos más que no comento por las dimensiones limitadas de este artículo.
O Málaga piensa a lo grande (en cuanto a ideas que no dimensiones) o corremos el riesgo de tener esa amarga e irremediable sensación de habernos quedado a medias.
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