Adultos que comen niños
Cita en el Sur ·
Han convocado a nuestros hijos para salir a la calle este largo puenteLos adolescentes no pueden tener razón porque para eso son adolescentes y los que tenemos razón somos los padres porque para eso somos los padres, ... que también estamos enganchados al móvil pero nadie nos dice nada porque los abuelos perdieron los dientes y la autoridad, porque para eso son abuelos, y si conservan los dientes que cuiden a sus nietos porque para eso sus hijos son los padres de los niños, que se consuelan con la consola, abuela. Los padres criticamos a veces la indolencia de los vagos vástagos y después los ponemos verde si nos sacan los colores manifestándose feministamente o exigiendo medidas ante el cambio climático. El dalái lama ha animado a los jóvenes a participar en las protestas previstas para este fin de semana sobre la crisis climática. El dalái lama tiene 84 años y un perfil en la red social Twitter. El dalái lama ya no vive en Potala porque China invadió el Tíbet y ahora vive en Dharamsala, al norte de la India, donde yo lo vi hace 25 años tras viajar allí por tierra, pues en aquella época no tenía prisa, ni teléfono móvil, y le escribí una carta a mi madre en la que entre el querida mamá y mi firma sólo se me ocurrió una sucesión de platos típicos. Cría cuervos (y te sacarán los hijos). Recuerdo el frío que pasé y las gachas azucaradísimas que me zampaba al levantarme; también la diarrea crónica, pero mejor cambio de tema porque vaya artículo de mierda.
Greta Thunberg está hasta en la sopa porque siempre necesitamos que alguien esté hasta en la sopa para poder comérnoslo con papas. Ha llegado a Madrid tras 10 horas en tren desde Lisboa. Ostras, no sé si tenía prisa, pero 10 horas para 600 kilómetros me parece digno de hace 25 años. Creo que Greta Thunberg es una señora mayor disfrazada de niña, o a lo mejor es una señora que se comió a la niña Greta y ahora se hace pasar por ella. El padre de Greta cruza los mares con Greta y encima sin salir en las fotos pero ¿y la madre? Pues eso, se la comió. Algún día puede salir de dentro del cuerpo de su madre y ser niña de nuevo y darse un enorme batacazo o a lo mejor no, pero mientras tanto su mensaje claro de niña rara cala en nuestros vagos vástagos y los hace mejores y nos da pie a criticarlos aunque por causas mayores. Es un alivio que los titulares climáticos desplacen la borrasca de titulares políticos. A la rara Greta le exigimos coherencia absoluta cuando somos unos simples padres con los dedos gordos de teclear mensajitos en el móvil y la voz ronca de gritarles a nuestros vagos vástagos que parecen tontos con tanto móvil. El planeta está cada vez más caliente y me entran ganas de comerme a mi hija para salir a protestar en una de las marchas de jóvenes que están roncos de echarnos la bronca. Cría hijos y te sacarán los colores.
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