‘Deja vu’ en la Casona del Parque
Gobernar en minoría no es algo ‘nuevo’: Celia Villalobos, Martín Toval y AntonioRomero recuerdan la legislatura del 95, «una de las mejores en la historia de Málaga»
pedro luis gómez
Domingo, 14 de junio 2015, 12:44
Gobernar en minoría no es novedad en el Ayuntamiento de Málaga. Tampoco es lo habitual, también hay que decirlo, ya que desde 1979 solo dos ... alcaldes han ocupado el sillón sin mayorías absolutas: Celia Villalobos en 1995, y desde ayer Francisco de la Torre. En la primera legislatura de los ayuntamientos democráticos tras la era franquista (1979), Pedro Aparicio (PSOE) no consiguió mayoría absoluta, pero sí gobernó con ella por el pacto de gobierno con PCEy PSA.
17 de junio de 1995
Hagamos un deja vu. Un recordemos algo que se vivió por castellanizarlo. Fue el primer gobierno minoritario (tras la era franquista, repito) del Ayuntamiento de Málaga. Lo vivió Celia Villalobos, que consiguió lo que parecía imposible: que Málaga la roja tuviera un regidor conservador y además que una mujer llegara al despacho de la Casona del Parque. Fue un 17 de junio de hace 20 años (¡Dios mío, cómo pasa el tiempo...!) cuando la tensión se mascaba en los aledaños del edificio del Ayuntamiento. Pedro Aparicio dejaba la Alcaldía (injusto despedida de su partido y de muchos más) y como quiera que el pacto entre IUy PSOEno se había alcanzado, la incógnita era enorme. Tres pesos pesados de la política española protagonizaron uno de los duelos más recordados en unas municipales: el PPpuso a Celia Villalobos, el PSOE a Martín Toval (que había sido, ni más ni menos, que portavoz en el Congreso bajo el Gobierno de Felipe González) e IU a Antonio Romero, máximo líder de la coalición de izquierdas. Los resultados dieron 15 concejales para el PP, 9 para IU y 7 para el PSOE (que se desplomó al perder 10 ediles). Nadie sabía a ciencia cierta quién iba a ser alcalde o alcaldesa, hasta el punto de que Celia Villalobos recuerda que llevó dos discursos escritos al pleno de constitución: «Uno a máquina, por si era elegida alcaldesa, y otro a mano si me quedaba en la oposición...», en un día que recuerda con gran felicidad: «Fue muy importante, una gran jornada. Mi pena fue que mis hijos no pudieron estar allí en aquel histórico momento». Toval y Romero rememoran ese 17 de junio con «sabor agridulce, ya que no fuimos capaces de conseguir un gobierno de izquierdas», como recuerda Martín Toval, mientras que Romero dice que «no fue un buen día. No conseguí la Alcaldía de Málaga, la ilusión de mi vida, porque Felipe González no quiso, hasta el punto de llegar a decir que Antonio Romero ni muerto será alcalde de Málaga con los votos del PSOE»...
De los tres protagonistas de este deja vu de la Casona del Parque, dos de ellos están hoy jubilados. Uno, Eduardo Martín Toval, vive, plácidamente feliz, en su casa de La Cala del Moral, «el mejor sitio del mundo para vivir», y se dedica a pasear, leer y escribir, aunque «para nada voy a publicar mis memorias». De aquellos cuatro años, el que fuera número 3 del PSOE no tiene dudas: «Fue una gran legislatura para Málaga, y pese a que no gobernamos, desde la izquierda, hicimos mucho por el avance de una ciudad que necesitaba del impulso que se le dio». Hoy recuerda con cariño, pero sin más nostalgias de las necesarias, aquellos años, y de vez en cuando ve a Celia Villalobos, aunque con Romero ha coincidido mucho menos «pero no por nada especial, sino por el devenir de las cosas».
Antonio Romero, por su parte, vive en Humilladero, donde se dedica a escribir (en breve va a publicar su séptimo libro, Cartas andaluzas), a leer, a pasear con sus galgos (su gran pasión) y a luchar contra la enfermedad neurodegenerativa «a la que me enfrento consciente de mis posibilidades». El que fuera líder nacional de IU tiene claro que «la legislatura fue muy buena para Málaga, porque se había quedado muy parada. Aquellos años fueron claves para que se pasara de ciudad grande a una gran ciudad, y muchas de las grandes obras que se hicieron, fue por el apoyo de la izquierda y especialmente de IU». Celia Villalobos, por su parte, es la única de los tres protagonistas que se mantiene en activo: es diputada por Málaga (fue la número 1 de la lista) y vicepresidenta primera del Congreso, y sigue apareciendo en tertulias televisivas, donde se mueve como pez en el agua. «Aquella fue una gran legislatura y estoy muy orgullosa del trabajo que se realizó. Tuvo que ser buena porque los malagueños en 1999 me dieron una mayoría súper absoluta», recuerda.
Los tres nombran obras como peatonalización del centro, Palacio de Ferias yExposiciones, PGOU, Palacio de Deportes Martín Carpena, relanzamiento del turismo bajo el paraguas de Picasso, nuevo recinto ferial como obras emblemáticas, aunque depende de quien hable las versiones sobre las iniciativas de las mismas varía: «Nos llevamos muy bien», señala Villalobos. «Eduardo Martín Toval es mi amigo desde entonces y a Antonio Romero, aunque no lo veo, lo recuerdo con cariño».
Este no olvida aquellos años. «Yo era el alcalde moral», enfatiza, y recuerda que Felipe González no autorizó el voto del PSOE aquel 17 de junio para que fuera alcalde, ni tampoco «para apoyar la moción de censura que le íbamos a presentar a los nueve meses de estar como alcaldesa a Celia Villalobos. Manuel Chaves me dijo que la Alcaldía de Málaga era la única que dependía, en su decisión, del comité federal. González me odiaba por el tema de los GALy cosas así, porque decía que yo había sido clave en la caída de su Gobierno. Nos llevábamos fatal, pero no fue por mi culpa... Pero nunca me lo perdonó». Villalobos recuerda con simpatía que «una de las veces que Antonio (Romero) entró en mi despacho para recordarme que el alcalde moral era él, recuerdo que le regalé un bolígrafo Bicy le dije: Hala, para que firmes los decretos», y sonríe...
Celia, Toval y Romero entienden que gobernar en minoría no solo es posible, sino que también así se pueden lograr grandes cotas «como las nuestras», pero no entienden algunas cosas. Romero fue contundente: «Eso de que haya candidatos que no viven en Málaga ni estén censados en Málaga o que dicen que van a seguir trabajando fuera de Málaga es para nota, algo impensable. ¡Si lo hubiera hecho yo...! Recuerdo que los tres estábamos censados en Málaga, y en Málaga pagábamos nuestros imuestos, y allí votamos. Yo en la barriada de Huelin...».
Veinte años después, Málaga volverá a tener un gobierno en minoría. Con el mismo partido de protagonista, el PP, pero con distinto alcalde respecto a hace dos décadas, Francisco de la Torre, que entonces fue el número 2 de la lista que en las elecciones municipales de 1995.
Hoy, veinte años después, uno se da cuenta de que la vida pasa muy deprisa. Demasiado... Disfrútenla.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión