Juanma Moreno confía en el impulso del efecto Feijóo tras la renovación del PP

Moreno precedió a Núñez Feijóo en el cierre del congreso que ha encumbrado al todavía presidente gallego como aspirante a desplazar a Pedro Sánchez y lo hizo con dos mensajes centrales: el compromiso de su lealtad y sintonía con el nuevo presidente nacional y el objetivo de conseguir en las urnas la consolidación del cambio político en Andalucía.

El presidente andaluz llegó a este congreso con una doble expectativa. La primera, en clave interna, era que el peso del PP de Andalucía se viera reflejado en la nueva estructura de mando del partido tras la marginación sufrida durante la etapa de Pablo Casado. Ese objetivo se ha cumplido con creces, posiblemente con más rotundidad de lo que el propio Moreno hubiese deseado. El nombramiento de Bendodo como coordinador general lo obligará más temprano que tarde a prescindir de una pieza fundamental en la sala de máquinas del poder en Andalucía, tanto a nivel institucional como orgánico.

La segunda expectativa también se ha cumplido con creces, pero esta vez sin contraindicaciones. El PP sale del congreso con las elecciones andaluzas entre ceja y ceja y con la certeza de que el camino de Núñez Feijóo hacia la Presidencia del Gobierno pasa necesariamente por un resultado que le permita conservar el Gobierno andaluz y consolide a Juanma Moreno como líder autonómico.

El presidente de la Junta va camino de convertirse en el barón con poder institucional de mayor afinidad con Feijóo y uno de sus principales sostenes si llegan tiempos tormentosos, pero para ello necesita de un resultado electoral que no deje lugar a dudas sobre la consolidación de su proyecto político en Andalucía.

En ese escenario, el presidente andaluz divisa dos adversarios: uno, el PSOE, al que desde el PP se percibe en declive y sin encontrar todavía el lugar tras haber perdido el poder. El otro, Vox, en franco ascenso en las encuestas, es ahora su mayor fuente de preocupación. El descontento social por la crisis económica se ha convertido en un caladero propicio que está engordando las expectativas electorales del partido de Abascal.

En el PP esperan que el ejercicio del cogobierno en Castilla y León desgaste a Vox, propicie que afloren sus contradicciones y merme sus posibilidades electorales. De ese proceso y de la evaluación demoscópica sobre el impulso que se espera de la llegada de Núñez Feijóo dependerá en gran medida que los andaluces sean convocados a las urnas en junio o en octubre, las dos posibilidades que se barajan en San Telmo. En el PP estiman que la crisis interna cerrada por el congreso de Sevilla les ha supuesto un recorte de al menos tres puntos en sus expectativas electorales. Pese a este desgaste, que esperan corregir cuando Feijóo se asiente al frente del PP, las encuestas internas le siguen dando resultados que le garantizarían seguir en la Junta.

En su intervención en la clausura del congreso, Moreno apuntó en esa dirección. En un discurso que por momentos adquirió claro tono electoral, insistió en que es necesario evitar que el cambio político en Andalucía se trunque y señaló una de las cuestiones claves de su proyecto político: la necesidad de cimentarlo sobre una amplia base social. «Estamos construyendo una nueva mayoría», señaló.

El presidente andaluz trazó una y otra vez líneas paralelas entre su gobierno al frente de la Junta y lo que aspira a que sea el de Núñez Feijóo desde La Moncloa. «Llevamos tres años reparando lo que otros hicieron durante más de 30 años, y los problemas de España tienen solución, cada día que pasa la solución está más cerca», señaló desde la tribuna para asegurar que con el congreso de renovación en su partido se ha generado una corriente de ilusión frente a la decepción que a su juicio supone Pedro Sánchez.

Aseguró que su gobierno está demostrando que se pueden dejar atrás «las políticas equivocadas e irresponsables», aplicando medidas que son necesarias como la bajada de impuestos, la eliminación de la burocracia para facilitar la actividad económica o la apertura de caminos a la inversión. Estas políticas, dijo, están dando resultados.

Moreno no dudó en situar a Núñez Feijóo como nuevo presidente del Gobierno y vaticinar que desde esa posición será un aliado de Andalucía. «Tendrás toda la lealtad del PP de Andalucía pero vamos a exigirte lo que nos corresponde y lo que es de justicia», subrayó.