Torra no pactará la respuesta a su inhabilitación

Pero Torra, a través de la consejera de Presidencia, Meritxell Budó, les trasladó que la decisión será suya y solo suya. «Hay diferentes escenarios abiertos», hay todo un «abanico de posibilidades», expresó la portavoz del Govern. Una de ellas, no descartada por la propia consejera, es la llamada vía Venturós (alcaldesa de Berga), que consiste en seguir ejerciendo como presidente tras ser inhabilitado, acudiendo al despacho y a los actos de representación, pero sin firmar ningún documento oficial.

Una presidencia simbólica, que los anticapitalistas reclaman que vaya acompañada de la convocatoria inminente de elecciones. Esquerra dijo este martes que sería una «irresponsabilidad» llegar al día de la condena sin un consenso en el independentismo sobre qué hacer.

Desde la oposición instaron a Torra a que abandone la vía de la desobediencia y aparque cualquier idea de «atrincheramiento» y convoque elecciones antes de ser inhabilitado. Budó no descartó que pueda haber más cambios en el ejecutivo catalán.

Torra cesó la semana pasada a tres consejeros con el objetivo de reforzar su gobierno para alargar la legislatura. Fuentes independentistas alertan que el president podría nombrar a un 'conseller en cap' para evitar que Pere Aragonès asuma el mando o podría impulsar la investidura de un dirigente de JxCat.

Torra acudirá el 17 de septiembre al Supremo, pero de entrada no participará en la segunda reunión de la mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat para buscar una salida a la cuestión catalana.

El Govern anunció que la cita se celebrará en Barcelona y no contará con la presencia de los dos presidentes. En principio, solo asistirán los equipos negociadores de cada delegación. Los dos gabinetes siguen sin fijar una fecha. El Govern ha endurecido las condiciones de la cita pues exige incluir en el orden del día la autodeterminación y la amnistía.

De cara a la celebración de la Diada del 11-S, el Govern anunció este martes que ha suspendido buena parte de los actos oficiales, salvo la ofrenda en la estatua de Rafael Casanova. Además, ninguno de los miembros del ejecutivo acudirá a la manifestación organizada por la ANC. El Gobierno catalán pide responsabilidad a quien acuda a la protesta, pero se niega a prohibirla.