Sánchez reaparece en pleno pulso con el PP por la gestión autonómica de los incendios

El jefe del Ejecutivo se reactiva tras llevar toda la semana recluido en la residencia oficial de La Mareta con la intención, además, de seguir visitando a lo largo de los próximos días otras zonas afectadas por el fuego, que genera una gran preocupación y que se ha cobrado ya tres fallecidos. Un movimiento que se produce apenas 24 horas después de que Alberto Núñez Feijóo exigiese al Gobierno que despliegue al Ejército, más allá de la Unidad Militar de Emergencias, para enfrentar esta «crisis nacional» que azota el país por los cuatro costados aunque dejó claro que no estaba pidiendo que se incrementara el nivel de alerta al nivel 3 de emergencia, que supondría que Interior asumiría el mando total en la gestión de los incendios. Esta reclamación coincide con las planteadas en las últimas horas por Mañueco, Rueda y Guardiola.

El presidente del PP intentó trasladar toda la presión a su rival socialista desde el puesto de mando avanzado de la localidad leonesa de Palacios del Sil, donde estuvo acompañado por Fernández Mañueco, blanco de las aceradas críticas de una parte del Gobierno por su gestión durante las primeras jornadas del incendio de Las Médulas. «Las Fuerzas Armadas tienen capacidades importantes para poder ayudar a los operativos y a la población civil. No en ataque directo, pero sí en tareas de logística, vigilancia y disuasión de pirómanos», insistió Feijóo este sábado en sus redes sociales.

Entre las razones que alegó para justificar su petición, el dirigente conservador apuntó que los batallones de ingenieros del ejército cuentan con bulldozer D7 y D5 y motoniveladoras que «podrían hacer cortafuegos para proteger pueblos o crear zonas desde la que los intervinientes o bomberos puedan atacar al fuego directamente». Indicó también que las Fuerzas Armadas tienen helicópteros de transporte de personal civil o intervinientes que «pueden movilizar rápido» de una comunidad a otra y helicópteros para «transporte de material pesado». «Si se quiere –afirmó Feijóo–, se puede hacer mucho»..

El Gobierno aseguró, a través de su vicepresidenta tercera, Sara Aagesen, que se «está dando respuesta a todos los medios solicitados y que sean necesarios», pero, advirtió a las comunidades que «hay que pedir con responsabilidad». «Todo esto que pide ya se está haciendo», contestó, por su parte, el ministro de Transportes, Óscar Puente, acompañando su respuesta en su perfil en redes con imágenes y mensajes del propio Ejército de Tierra. Para el exalcade de Valladolid, que no parece dispuesto a bajar el diapasón a pesar de haberse quedado en esta ocasión sin el habitual respaldo cerrado de sus compañeros en sus ataques al PP, no hay ninguna aportación por parte del jefe de la oposición porque su tuit, denunció, no deja de ser «un simple corta y pega de lo que ya se está haciendo».

Aunque Gobierno y oposición coinciden en que lo importante ahora mismo es acabar con los 14 focos activos, esa declaración de intenciones no se traduce en una renuncia al choque. Los populares insisten en que el Ejecutivo no está a la altura por mucho que las competencias de prevención y extinción correspondan a las comunidades autónomas. Los socialistas, por su lado, quieren desgastar la imagen de gestión de los barones del PP de cara al ciclo electoral que se avecina. Este verano, la casi totalidad de los grandes fuegos afectan a territorios gobernados por los de Feijóo con especial incidencia en Castilla y León, una de las comunidades que inaugurarán la ronda en las urnas junto a Andalucía, donde también se registran incendios estos días.

Para el PSOE la estrategia de los conservadores en esta crisis responde al «patrón» de sus gobiernos autonómicos para afrontar catástrofes: «tarde, mal y con recortes». «Nunca están cuando más se les necesita», afirmó el jueves la secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró. Un argumento que han defendido estos días varios miembros del Gobierno. «A nosotros las emergencias nos pillan trabajando. Yo solo quiero que se pregunten si esto de estar al pie del cañón cuando suceden crisis sucede siempre y en los gobiernos de todos los colores», lanzó el miércoles el ministro de Justicia, Félix Bolaños. Poco antes, su compañero en Transportes reprochaba sus ausencias a los presidentes autonómicos del PP. «Cuando la dana, en El Ventorro; cuando las inundaciones de Aragón, de boda; ahora con los incendios –atacaba Puente–, de vacaciones».

El exalcalde de Valladolid celebró que sus ataques hayan puesto el dedo en la llaga sobre la necesidad de dotar presupuestariamente los servicios de extinción de incendios. Una decisión que corresponde a las comunidades, que deberán explicar una vez que se sofoquen las llamas la falta de medios en la lucha contra el fuego o las carencias estructurales.