El resultado del 23-J ahonda el riesgo de que la interinidad del CGPJ se «eternice»

Entre los 16 'supervivientes' interinos que quedan de entre los 20 miembros teóricos que debería tener el Consejo cunde el desánimo. Este martes varios de ellos, fuera del pleno, confesaron su inquietud por que la interinidad se prolongue todavía «varios años más». Hay miembros del Poder Judicial que no descartan, entre 'veras y bromas' y a la vista de los resultados del 23-J, que el bloqueo del CGPJ pudiera extenderse durante una década. En realidad, casi la mitad del tiempo de ese aciago pronóstico ya se ha cumplido, puesto que la institución se encuentra en situación de interinidad desde el 4 de diciembre de 2018 a causa de la falta de acuerdo político entre PSOE y PP para renovarlo.

Y esos vocales pesimistas, que no son la minoría del Consejo, recuerdan que el enquistamiento se va agravando conforme los dos grandes partidos se van inmunizando a las críticas y a los órdagos. No les han hecho mella ni los reproches a España de la Comisión Europea por el bloqueo; ni la renuncia de Carlos Lesmes en octubre de 2022 a la presidencia tras el fallido ultimátum para que ambas formaciones se entendieran; ni tampoco la insólita bicefalia en el Poder Judicial que se desató cuando los vocales se negaron a aceptar al hasta ese momento vicepresidente interino del Supremo, Francisco Marín Castán, como nuevo jefe en funciones de ambas casas y entronizaron a Rafael Mozo, que se jubiló la pasada semana, como presidente en funciones del CGPJ. Es decir, Guilarte es el tercer responsable del órgano en nueve meses.

Las opciones que se vislumbran para la ansiada renovación no son nada halagüeñas. Nadie cree que el PP, primera fuerza el 23-J, llegue a un acuerdo con el PSOE de Pedro Sánchez si éste último conforma su Gobierno gracias a los escaños de Junts y el aval del prófugo Carles Puigdemont. Recuerdan que el 'procés' independentista fue el motivo por el que en octubre naufragó el intento de renovación. Entonces, los populares se negaron a pactar nombres con los socialistas si el Ejecutivo no frenaba la reforma del Código Penal para acabar con el delito de sedición y modificar la malversación promovida para contentar a Esquerra Republicana.

Tampoco ven probable las fuentes consultadas que el PP, ahora con mayoría en el Parlamento, renuncie a su proyecto de modificar la ley orgánica para que sean los propios jueces y no los políticos quienes escojan a los vocales del CGPJ. Una reforma que, según denuncian PSOE y Sumar, otorgaría la hegemonía del Consejo a los candidatos de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura.

La otra posibilidad, la del bloqueo y la repetición de elecciones, es igualmente nefasta para una posible renovación, según coinciden todas las fuentes consultadas de la institución. Unos nuevos comicios a finales de año -explican estas mismas fuentes- y la esperable demora para la composición de un Gobierno harían que las discusiones sobre el desbloqueo del CGPJ no empezaran como muy pronto antes de un año o año y medio. Unos cálculos que situarían cualquier solución no antes de 2025. Y todo ello sin garantías de acuerdo.

Ya en orden interno, Guilarte ha entrado pisando fuerte en la presidencia. A pesar de su interinidad, presentó una propuesta para renovar a los integrantes de todas las comisiones, que fue aprobada. Su intención era pasar él mismo a formar parte de la comisión permanente. De este órgano solo pueden formar parte los vocales con dedicación exclusiva. Este martes, Guilarte presentó los documentos que prueban que ha dejado la abogacía y la docencia para incorporarse lo más pronto posible a esta comisión que es la que lleva la voz cantante en el día a día. Además, planteó y logró que salgan de ella los cuatro vocales que le reprocharon que el retraso en tramitar su exclusividad; entre ellos, el exdiputado socialista Álvaro Cuesta.