La Policía investiga la desaparición de una joven valenciana en Perú

Según explicó la familia de la joven, de origen ecuatoriano y nacionalidad española, el rastro de Nathaly se perdió el pasado 2 de enero, después de abandonar con normalidad el hostal Pariwana de Cuzco donde se alojaba. Hasta el establecimiento se desplazó el sábado el vicecónsul de España en la ciudad, Carlos Augusto Somocurcio, junto con policías, para analizar las pertenencias de la joven en busca de pistas.

Paralelamente, los agentes están analizando las grabaciones de varias cámaras de seguridad del hostal para intentar reconstruir los movimientos de Nathaly después de las siete de la mañana, la hora en la que se marchó sola de Pariwana con la aparente intención de visitar un paraje turístico de Cuzco conocido como Maras, un poblado de salinas en medio escarpadas montañas.

Según los testimonios recabados por la familia entre los empleados del hotel y los colegas de la joven, «ella salió únicamente con un bolso, algo de abrigo y sin mostrar ningún tipo de preocupación». Al parecer, «buscaba un autobús, pero ya no sabemos si llegó a tomarlo o no», describe su hermana Tamara.

En los entornos montañosos de Cuzco es habitual que se pierda la cobertura de teléfono móvil, «pero ella contactaba con nosotros casi a diario, tanto por mensajes como por llamadas y no ha habido movimiento de dinero en su cuenta», detalles que avivan la preocupación de la familia de Patraix.

Según explicó a Efe Alejandra Ayala, madre de Nathaly, había viajado sola a Perú, donde estaba haciendo turismo desde el pasado 24 de octubre y hablaba con su familia "todos los días".

"Nunca ha dejado de comunicarse con nosotros, siempre estaba en contacto y nos saludaba por Whatsapp con un 'hola caracola'", dijo su madre, quien añadió que contactaba a diario con ella, con sus dos hermanas o con su padre, Marcelo Salazar, quien apuntó que tenía previsto volver a España en mayo.