Podemos lanza un ultimátum y aboca a Sánchez a otra derrota por el embargo a Israel

Cada vez más alejados del Ejecutivo, como ellos mismos reconocen abiertamente, los morados creen que el embargo de armas –una iniciativa con la que, programáticamente, deberían mostrarse a favor– «no va a servir de nada». La propia Belarra afirmó este miércoles en rueda de prensa en el Congreso que el real decreto contiene excepciones que «no sirven para frenar el tráfico de armas a Israel». «El Gobierno está intentando engañar a la gente. Este embargo no afecta a las empresas filiales y va a ser un coladero», insistió la líder de Podemos.

Pese a la dureza empleada, Belarra evitó confirmar el sentido del voto de sus parlamentarios. Una abstención podría salvar la convalidación del embargo, que luego iniciaría el trámite parlamentario. Allí Sumar –a favor de que este reciba la luz verde– ya ha avisado que negociará con el PSOE para endurecer las excepciones previstas en el texto, entre ellas, las cláusulas para saltárselo «en circunstancias excepcionales» o que afecten al interés nacional.Pero con el previsible 'no' de Junts, Vox o PP –los de Alberto Núñez Feijóo ven en esta medida una «cortina de humo»–, el botón rojo vuelve a estar en manos de Podemos.

Belarra exige directamente al Ejecutivo que retire el actual real decreto y elabore otro desde cero que contenga sus exigencias. Descarta, por tanto, la fórmula que proponen en el grupo parlamentario de Sumar, y que no descartan en el PSOE, para tramitarlo en el hemiciclo, una vez se apruebe la convalidación, como proyecto de ley –que cuenta con un plazo mayor para la negociación–. «Cada vez que ha ocurrido eso, ha acabado durmiendo el sueño de los justos. Eso también es engañar a la gente», apostilló la dirigente morada.

Podemos no va de farol, insisten fuentes del partido. Ya lo demostraron la semana pasada, cuando tumbaron la delegación de competencias de migración a Cataluña pese a las súplicas de sus otrora aliados de ERC o EHBildu, que veían en su postura una suerte de «jacobinismo» frente al «racismo» que, como esgrimieron los de Belarra, contenía la norma pactada entre PSOEy Junts.

Entre otras exigencias, los morados piden identificar y sacar de las excepciones del embargo a las empresas españolas que son filiales de matrices israelíes o de compañías extranjeras que comercian con armamento con el Estado hebreo. También piden que el Ministerio de Defensa, incluido el CNI, se desconecte de Pegasus, el 'software' de espionaje israelí, pese a que la ministra Margarita Robles garantizó a principios de mes que su departamento ya no depende este sistema.

En elPSOE niegan que el embargo de armas sea 'fake', como les acusan desde Podemos, y les invitan a apoyar la convalidación del real decreto para, durante su tramitación parlamentaria, «negociar los flecos». «Este decreto prohibe exportaciones e importaciones de material militar, de material originario de asentamientos ilegales, incluso de servicios. ¿Dónde está lo 'fake'? Por eso espero que todos los que están a favor del embargo voten a favor de la convalidación», afirmó este miércoles el portavoz parlamentario de los socialistas, Patxi López.

En la bancada delPSOE empiezan a preguntarse «¿Cuál es el objetivo de Podemos?» al instalarse en el 'no' constante a cualquier iniciativa del Gobierno. «Íntimamente, les molesta muchísimo que los socialistas estemos en las protestas contra Israel», reconocen en privado fuentes del grupo parlamentario.

Lo cierto es que la propia Belarra volvió a apelar este miércoles a las movilizaciones contra el Ejecutivo –«como las que hubo durante La Vuelta», puntualizó– por su decisión de retirar la patrullera española que escoltaba a la flotilla antes de que entrara en la zona de exclusión israelí. Un punto con el que la líder morada volvió a ahondar en la brecha abierta entre PSOEy Sumar por esta cuestión. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, también había criticado abiertamente la decisión de Sánchez de retirar una escolta «legítima y necesaria».

Podemos también buscó este miércoles adelantarse a otras discrepancias en la coalición que puedan surgir el martes que viene durante el debate de la ley de movilidad sostenible. Especialmente por la ampliación del aeropuerto de El Prat o del Puerto de Valencia, que los morados piden frenar a cambio de su apoyo a una iniciativa que ya califican de «papel mojado».