Pedro Sánchez escoge a Pepu Hernández para la Alcaldía de Madrid

«Os emplazo a mañana (por este miércoles)», ha sido el único y escueto comentario que ha hecho el exresponsable de la selección española de baloncesto, campeona de mundo en Japón en 2006. La noticia, adelantada por la Sexta, cogió por sorpresa al PSOE, tanto en Madrid como entre los dirigentes nacionales. Sánchez, sin embargo, ya había informado del movimiento al candidato a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, y al líder de los socialistas madrileños, José Manuel Franco. Casi nadie más estaba al tanto del fichaje.

Sánchez se había tropezado con una sucesión de negativas a sus invitaciones a ser el candidato socialista a la Alcaldía de Madrid. El más sonado, por la relevancia del sondeado, fue el de su antecesor al frente del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba. Pero antes había tentado a la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y a la de Industria, Reyes Maroto. No fueron los únicos. Y es que ser el candidato del PSOE en las municipales de Madrid es una invitación a la derrota, de acuerdo a todas las encuestas conocidas.

La última, hecha pública este lunes, sitúa al PSOE como quinta y última fuerza en el Ayuntamiento de la capital de España. El sondeo de Telemadrid atribuye a la alcaldesa Manuela Carmena, al frente de Más Madrid, el 26,5% de los votos, seguida de Begoña Villacís, de Ciudadanos, con el 22,7, José Luis Martínez-Almeida, del PP, obtendría el 21,8, Vox, que aún ni tiene cabeza de cartel, pero que todo apunta a que será Rocío Monasterio, llegaría al 12,8 y los socialistas se quedarían en el 12,6%. Con esta prospección, la alianza de Carmena y los socialistas sería insuficiente para retener el Ayuntamiento de la capital, que tendría como próxima alcaldesa a Villacís, si concita el apoyo de PP y Vox.

Hernández, para ser candidato, antes tendrá que pasar por las primarias de los socialistas madrileños. Pese a ser independiente deberá ganar las votaciones internas frente al exdiputado y exalcalde de Fuenlabrada, Manuel de la Rocha. El exseleccionador de baloncesto deberá reunir el 5% de los avales de militantes del Partido Socialista de Madrid para poder presentarse. Las votaciones se celebrarán el 9 de marzo en primera vuelta, y, si ningún aspirante supera el 50% de los votos, deberá celebrarse una segunda votación el 16 de marzo.

La apuesta de Sánchez por Hernández motivó reacciones encontradas dentro de los socialistas. Algunos dirigentes con poca empatía hacia el líder del PSOE la calificaron de «excentricidad» y «golpe de efecto», pero, en general, fue bien recibida, según fuentes de la dirección federal del partido. «No tenemos nada que perder y podemos arriesgar», comentó un dirigente próximo al presidente del Gobierno, que reconoció, no obstante, que es difícil que el exseleccionador de baloncesto pueda frenar la sangría de votos socialistas hacia Carmena. Algo que ya se puso de manifiesto en las anteriores municipales, en las que el candidato socialista, Antonio Miguel Carmona, fue vapuleado en la capital, mientras que Gabilondo, el aspirante del PSOE a la Comunidad de Madrid, obtuvo mejores resultados en la misma ciudad.

Sánchez ha dado un golpe de efecto, de eso no cabe duda, pero el riesgo de un desastre es indiscutible. Los recelos, además, entre los socialistas de Madrid van a más porque concurrirán a las elecciones del 26 de mayo con dos independientes como candidatos al Ayuntamiento y al Gobierno autonómico.