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Pablo Iglesias llega a la prisión de Lledoners para reunirse con Junqueras. efe
Iglesias continúa su ronda de contactos con Puigdemont y Urkullu

Iglesias continúa su ronda de contactos con Puigdemont y Urkullu

Conversó durante 45 minutos con el expresidente catalán, al que considera «un interlocutor importante»

Ander Azpiroz

Madrid

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Jueves, 1 de enero 1970

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La ronda de contactos de Pablo Iglesias para sacar adelante los Presupuestos suma y sigue. Después de reunirse el viernes en la prisión de Lledoners con Oriol Junqueras y otros exconsejeros encarcelados, este domingo mantuvo una conversación telefónica de 45 minutos con Carles Puigdemont y este lunes se reunirá con Iñigo Urkullu.

Según reveló el secretario general de Podemos, habló con el expresidente catalán «de la situación política en Cataluña y en España, del escenario político creado tras la moción de censura, de las nuevas correlaciones de fuerzas parlamentarias y de la situación de los presos políticos catalanes y los exiliados». También informó de que Puigdemont le ha propuesto un encuentro presencial, para lo que Iglesias debería desplazarse a Bélgica. El dirigente podemista dejó esta posibilidad en el aire y se limitó a contestar que lo importante es mantener el contacto.

Iglesias justificó su llamada, anunciada horas antes, en que el expresidente fugado es el líder del segundo partido más votado en las últimas elecciones catalanas. Por tanto, «es un interlocutor importante independientemente de su situación procesal y de haberse exiliado». El resultado de este primer contacto ha sido el compromiso de ambos interlocutores para mantener el diálogo «sin exclusión de ningún tema».

El secretario general de Podemos no aclaró si en esos 45 minutos de conversación se trató la aprobación de los Presupuestos. Junqueras ya le trasladó el viernes que su partido no las apoyará salvo que el Gobierno mueva ficha en materia de presos. No parece que Puigdemont, mucho más radicalizado que Junqueras, le diese mejores noticias.

En cualquier caso, Iglesias quiere agotar todas las posibilidades. Según insiste, hay que desligar el conflicto secesionista de unos Presupuestos que beneficiarían a millones de catalanes. Es con este argumento con el que espera convencer a Esquerra. A fin de cuentas, los republicanos son, además de independentistas, un partido de izquierda. Este es un pensamiento compartido tanto por Podemos como por el Gobierno para mantener un mínimo optimismo.

El PDeCAT, por el contrario, pertenece al centro derecha y no parece que pueda verse atormentado por la disyuntiva de elegir entre el proceso independentista o las políticas sociales. Menos aún desde que Puigdemont se hizo con el control del partido tras el congreso del pasado julio. Pero, a las malas, una abstención de los ocho diputados del PDeCAT podría bastar para aprobar las cuentas en segunda votación.

Al margen del resultado que puedan tener sus contactos, Iglesias demuestra que mantiene una fluida interlocución con el independentismo. Esto se debe a dos factores. El primero es que Podemos ha defendido desde su nacimiento el derecho a decidir y es partidario de consultar a los catalanes que encaje quieren tener en España. El segundo, pero no menos importante, es que el secretario general morado considera que los dirigentes encarcelados son «presos políticos». Admitir estas exigencias del soberanismo le abre todas las puertas para sentarse a negociar con ellos. Otra cosa es que vaya a conseguir atraerlos a su terreno.

De momento lo que sí ha conseguido Iglesias es levantar una ola de criticas hacía a él y al Gobierno con su visita a la cárcel y que, tras hablar con Puigdemont, irán sin duda en aumento. Desde el PP se denuncia que el secretario general de Podemos es un enviado del Gobierno -él lo niega, «no soy delegado de nadie», dice- y que el futuro de España se está pactando en una cárcel.

Para Ciudadanos,«Iglesias es el enviado de Sánchez para intentar armar un consenso entre los partidos separatistas y populistas». Y, mientras, el Gobierno trata de desligarse de las negociaciones que está llevando a cabo su principal socio parlamentario. Lo hacen todos los ministros en cada uno de sus actos públicos. Este domingo le tocó el turno Reyes Maroto. A la ministra de Industria le parecen bien las reuniones que hagan los diferentes líderes políticos. Eso sí, «somos nosotros quienes debemos buscar esas alianzas», zanjó a continuación Maroto.

Con el lehendakari

La reunión con Urkullu se presenta menos conflictiva, aunque desde Ciudadanos se haya catalogado como «una continuación del vis a vis» con Junqueras. Esta sí tiene fecha y hora. Se celebrará este lunes en Vitoria a las 16.00 horas.

La cita está organizada desde hace semanas y no figura un orden del día concreto. En el encuentro, apuntan las fuentes consultadas, se abordará la situación política, lo que incluye la búsqueda de una mayoría parlamentaria que facilite la aprobación de los Presupuestos.

En cualquier caso, la trascendencia de la conversación que puedan mantener Iglesias y el lehendakari es menor, toda vez que el Gobierno ya ha iniciado las negociaciones con el PNV. Los nacionalistas vascos, además, han mostrado su plena disposición al acuerdo aunque, han añadido, el apoyo no se dará a cambio de nada.

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