El Gobierno acompaña el gesto con una norma menor sobre la Casa Real

No será una ley de la Corona ni tampoco una reforma de la ley orgánica del Poder Judicial para acotar al ejercicio de sus funciones institucionales (y no la actividad privada)el ámbito en el que el jefe del Estado estaría exento de responsabilidad ante la justicia. A pesar de que la exvicepresidenta Carmen Calvo, que pilotó estos trabajos mientras estuvo en el cargo, consideraba posible utilizar esa vía, se ha impuesto la visión de quienes, como su sucesor en el Ministerio de Presidencia, Félix Bolaños, entendían que limitar la inviolabilidad del Rey exigiría una reforma de la Constitución impensable con el actual Parlamento.

La norma es, pues, menos ambiciosa y de un rango jurídico inferior a lo que en algún momento llegó a plantearse. Aunque su alcance está aún por desvelar, su objetivo será simplemente reformar «la estructura y el funcionamiento» de la Casa del Rey. «Este Real Decreto reforzará la transparencia, la rendición de cuentas, la eficiencia y la ejemplaridad en línea –dicen fuentes oficiales– con los principios que han presidido desde su inicio el reinado de Felipe VI».

Al empezar su reinado, tras la abdicación de don Juan Carlos, el Rey ya aprobó un código de conducta para el personal de la Casa, una normativa sobre regalos a favor de miembros de la Familia Real y suscribió, entre otras cosas, un convenio de colaboración con la Intervención General del Estado para la realización de informes de auditoría. Ahora, realiza un nuevo gesto.