Feijóo y Urkullu obtienen la confianza del Parlamento gallego y vasco

Con la ausencia de sobresaltos que le da la amplia mayoría absoluta alcanzada en las urnas, Núñez Feijóo reclamó a la oposición «excluir a la sanidad del debate político» durante esta legislatura, que estará enormemente marcada por la pandemia del coronavirus. En su intervención en el Parlamento gallego, el presidente de la Xunta hizo especial hincapié en la necesidad de «buscar espacios de entendimiento» y alcanzar grandes acuerdos para enfrentar la triple crisis sanitaria, económica y social derivada de la covid-19. «Con lo que tenemos por delante vamos a necesitar la ayuda de todos», remarcó.

Los líderes del BNG y el PSOE, Ana Pontón y Gonzalo Caballero, recogieron el guante y mantendrán la mano tendida para que Núñez Feijóo ponga en marcha todos los mecanismos necesarios para la reconstrucción de la comunidad tras la epidemia. «Será la legislatura de la protección de las personas», dijo el socialista.

En la Cámara de Vitoria, Urkullu fue reelegido con los únicos apoyos del PSE, con los que gobernará en coalición los próximos cuatro años. El lehendakari se marcó como principales retos la «protección y cohesión social» para atender «a todos las personas», ya que vaticinó que Euskadi se enfrentará a una crisis «muy dura» en los próximos meses y, quizá, años.

En su discurso no dejó de lado la reivindicación de un nuevo estatuto vasco que permita un nuevo modelo de autogobierno que se base en la «pluralidad», en un «consenso sólido con seguridad jurídica» que emane del Parlamento Vasco, y que permita establecer una «relación bilateral» con el Estado.

La portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, que también presentó su candidatura a lehendadakari, abogó por liderar una «transición» social desde la defensa de una «República vasca independiente».