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María Dolores de Cospedal, y su esposo, Ignacio López. Foto: Efe / Vídeo: Atlas

Cospedal se reunió en secreto con Villarejo en la sede del PP un día antes de que Bárcenas declarara por 'Gürtel'

La exsecretaria general mantuvo un encuentro con los sindicatos policiales la misma mañana de la cita con el excomisario en busca de la «mano negra» de las filtraciones contra el partido

Mateo Balín

Madrid

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Martes, 30 de octubre 2018, 12:39

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El 21 de julio de 2009, en pleno terremoto del 'caso Gürtel' con la aparición de los primeros indicios serios que implicaban en la trama al extesorero nacional del Partido Popular Luis Bárcenas, la entonces secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, mantuvo un encuentro de más de una hora y media con el comisario jubilado de la Policía José Manuel Villarejo en su despacho en la sede nacional del PP. Un encuentro en el que estuvo presente el marido de Cospedal, el empresario Ignacio López Hierro, con el que el «agente encubierto» mantenía una relación personal y laboral fluida.

Los nuevos audios publicados este martes por el diario digital 'Moncloa.com', que se investigan en un juzgado de la Audiencia Nacional en el marco de la 'operación Tándem', por la que Villarejo está en prisión preventiva desde hace casi un año, reflejan que López Hierro auspició el encuentro con Cospedal en su despacho de la séptima planta del edificio de la calle Génova 13 de Madrid, a donde el excomisario accedió por el garaje en un coche del partido para que no quedara registrada la visita, según las palabras de López del Hierro.

Eran las 17:45 de la tarde del 21 de julio, cuando el vehículo del PP recogió a Villarejo en la puerta de Torre Picasso, en el Paseo de la Castellana de Madrid, donde está ubicada su oficina en la novena planta. Dentro del coche le esperaba López del Hierro y ambos se dirigieron a Génova 13 para encontrarse con Cospedal en el séptimo piso de la sede, hasta donde subieron desde el garaje. Sin que nadie les viera, ni siquiera el expresidente Mariano Rajoy, que no estaba.

La cita se produjo un día antes de que Luis Bárcenas compareciera de forma voluntaria en el Tribunal Supremo, en su condición de aforado por ser senador, después de que una parte del sumario del 'caso Gürtel' que entonces instruía el juez Antonio Pedreira, del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, recalara en el Alto Tribunal dada la existencia de indicios delictivos contra Bárcenas y el diputado popular Jesús Merino.

En concreto, en los registros judiciales efectuados cuatro meses antes por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía en una oficina de Francisco Correa, cabecilla confeso de 'Gürtel', aparecieron en una memoria electrónica - el famoso «puto 'pendrive'» por el que se lamentó Correa- las siglas de Bárcenas y Merino y entregas de dádivas registradas en la contabilidad paralela de las empresas del primero.

Una unidad policial que entonces estaba dirigida por el comisario principal José Luis Olivera, a quien Villarejo -en un audio secreto difundido este lunes por 'Moncloa.com'- define como «un tío legal y muy tronco» con el PP, que le facilitó información a Juan Cotino «hace diez días» con una advertencia para su sobrino, el constructor Vicente Cotino: que limpie «todos los papeles» en sus negocios en Valencia (este empresario reconoció en un juicio de 'Gürtel' celebrado antes de verano que financió con dinero negro al PP de la Comunidad Valenciana).

La «mano negra»

Con este marco, el dibujo de la reunión entre Cospedal y Villarejo se produjo en un momento trascendental para el partido, con la figura de Bárcenas (gran rival de la exsecretaria general) asomando con fuerza y en pleno torrente de filtraciones periodísticas sobre el sumario. Precisamente, el mismo día del encuentro el entonces vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, compareció en Valencia para denunciar la «mano negra» del Gobierno que utiliza informaciones policiales «inservibles» para dañar al PP, en referencia a una conversación de Álvaro Pérez, 'el Bigotes', en la que aseguraba que había regalado bolsos de lujo a la alcaldesa Rita Barberá.

Las criticas a la Policía fue otro de los temas tocados por Cospedal en otra reunión que mantuvo el mismo 21 de julio de 2009 en la sede nacional del PP con representantes de tres sindicatos policiales. Esta cita por la mañana sí que quedó registrada, a diferencia de la de Villarejo horas después, y los agentes expresaron su malestar por el daño reputacional al Cuerpo. Le transmitieron a la entonces secretaria general que no había pruebas de que la UDEF estuviera detrás de estas filtraciones periodísticas.

De poco valió, porque tres días después el coordinador de Justicia del PP, Federico Trillo, presentó una denuncia en los juzgados madrileños por revelación de secretos y pidió que se interrogase al entonces secretario de Estado de Seguridad Antonio Camacho -que después sustituiría a Alfredo Pérez Rubalcaba como ministro del Interior-, al comisario general de la Policía Judicial José Antonio González y a su subordinado y jefe de la UDEF, José Luis Olivera, entre otros.

La presencia del «tronco» del PP Olivera en esta denuncia contextualizaría las palabras de Villarejo a López del Hierro en otro audio conocido este lunes, del 1 de septiembre siguiente, cuando se refiere a Trillo como el «tonto murciano, que va a su guerra y es más tonto que un cipote vendado. No sabe de estrategia nada más que en plan bulldozer».

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