Casado exige al líder del PSOE que se vaya si fracasa en la investidura

El presidente del PP fue el penúltimo en la ronda abierta por el Rey para constatar qué aspirante tiene posibilidades de sacar adelante la investidura. Ha comunicado al Rey que, de ninguna de las maneras y en ningún escenario, su partido va a facilitar que Sánchez siga en la Moncloa. Ni ante el riesgo de unas terceras elecciones ni ante las presiones que puedan surgir, el PP dará ese paso. Y así, según ha explicado, se lo ha trasladado a Felipe VI porque si cede ante los cantos de sirena, cada vez más agudos, que le demandan que prevalezca el sentido de Estado, el PP dejaría de ser «la alternativa constitucional».

Casado ha sostenido en su posterior comparecencia en el Congreso que Sánchez «debe dejar paso» a otro líder del PSOE si no consigue los apoyos necesarios para ser investido. «Es el tapón, el bloqueo personificado. Ya no lo quedan más conejos en la chistera. El contorsionismo tiene su límite y ya no puede dar un golpe más de cadera. Está ante su última oportunidad», ha recitado de carrerilla el líder de los populares. En definitiva, ha rematado, «ya está bien» porque Sánchez lo ha intentado tres veces, y las tres ha fracasado.

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El presidente del PP desearía que se generara un movimiento interno entre los dirigentes del PSOE para descabalgar a su secretario general. Pero ha admitido que era escéptico. Ha apelado al «socialismo constitucional», el que, a su entender, encarnan Felipe González y Alfonso Guerra, aunque ha puesto en duda que «siga existiendo».

En línea con este discurso, el PP ha impulsado este miércoles una acción coordinada en todos los parlamentos autonómicos y diputaciones para que los barones socialistas, en palabras de Casado, «se retraten» y muestren su disconformidad con, por ejemplo, la tesis de que en Cataluña hay «un conflicto político», como se recoge en los dos últimos comunicados conjuntos firmados por el PSOE y Esquerra tras las reuniones de sus equipos negociadores. «Que digan si están de acuerdo», ha reclamado el líder de los populares, sabedor de que hay algunos dirigentes territoriales que «no comulgan con ruedas de molino».

Se refería a los presidentes de Aragón, Javier Lambán, y Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, que han puesto reparos a los términos de la negociación con Esquerra para asegurar la investidura. Page, incluso, llegó a decir este miércoles que «para Reyes, lo que no quiero, es vaselina».