ERC avisa al PSOE de que no quiere negociar transferencias sino la autodeterminación

«El conflicto que hay no es un conflicto sobre si hay transferencias de cercanías o si hay una competencia de más o de menos, hay un conflicto de naturaleza política; Cataluña quiere decidir libremente su futuro político y hasta el momento desde las instituciones del Estado se ha perseguido esta voluntad» , ha argumentado el hombre de máxima confianza e Oriol Junqueras, desde la escalinata de la puerta de los leones, en la Cámara baja.

Sus palabras no son en sí novedosas, pero, en cierto modo, suponen un jarro de agua fría para lo socialistas, atrapados entre su necesidad de contar con la abstención de la formación secesionista para poder formar Gobierno y la imposibilidad de superar la legalidad vigente para lograrlo. En los últimos días, desde el PSOE se había dejado caer que se ofrecería a Esquerra el desarrollo del Estatut en toda su extensión (incluso con reformas legislativas para hacer posibles apartados a los que el Tribunal Constitucional puso peros en su sentencia de 2010) y más inversiones; algo que por otro lado, ya intentó en vano el pasado febrero durante la negociación de los Presupuestos.

A estas alturas, los planes de Sánchez y Pablo Iglesias para tener investidura antes de Navidad empiezan, pues, a sonar a quimera. Aragonés y el portavoz de su partido en el Congreso, Gabriel Rufián, han vuelto a insistir en que ERC no se siente concernida por esas urgencias. «Nosotros vamos a trabajar para que el acuerdo sea sólido y con garantías y a veces eso es incompatible con que sea rápido», han dicho, en línea con lo que ya apuntó el viernes la secretaria general adjunta, Marta Vilalta. «El tiempo no nos preocupa, nos preocupa el contenido».

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Los republicanos quieren una mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat en la que pretenden negociar tanto la soberanía como la amnistía de los políticos presos por el proceso independentista que en 2017 puso en jaque a las instituciones españolas. Y de ahí no se apean, aunque los socialistas aseguran que les han hecho llegar mensajes de que desean el acuerdo y de que serán flexibles.