Rajoy ve en su entrevista con Rivera «un primer paso» para la investidura

El gesto, insuficiente e incluso inane si finalmente Rajoy no obtiene la confianza del Congreso para formar Gobierno, arroja sin embargo un rayo de esperanza sobre el líder del PP. "La más larga caminata comienza con un primer paso", ha dicho. Por lo pronto, ambos mantendrán un "canal permanente de comunicación" para, según ha explicado, "intercambiar información y criterios sobre los próximos pasos a dar para la investidura".

El jefe del Ejecutivo no ha ocultado que su intención es lograr el 'sí' comprometido del partido liberal. "Igual que dije ayer que sin ningún compromiso por parte del PSOE no habrá gobierno; sin algún compromiso por parte de Ciudadanos no habrá estabilidad para gobernar", ha subrayado en su comparecencia tras la cita de hora y media.

Rajoy desea pactar con el partido centrista unos objetivos mínimos y unas medidas específicas que llevar a cabo a lo largo de la próxima legislatura. Y entre los temas a abordar ha mencionado desde un pacto por la Educación, al fortalecimiento institucional, la revisión del Pacto de Toledo sobre las pensiones, la lucha contra la violencia de género, el futuro de la UE y el combate contra el terrorismo. "Ofrezco una negociación leal, abierta y sin límites", ha prometido.

Los populares siguen convencidos de que si Rivera accediera a apoyar la investidura de Rajoy, los socialistas no mantendrían el bloqueo y considerarían una abstención que permitiría al líder del PP seguir gobernando. Es algo que reconocen en la dirección socialista, aunque matizan que habría que ver el programa de Gobierno y que, en todo caso, su giro no sería automático.

Rajoy quiere que haya investidura antes de que acabe agosto para poder aprobar los presupuestos en tiempo y forma. Pero ha admitido que probablemente el proceso de negociación no será "fácil ni rápido". Su único aliento es que el líder de Ciudadanos comparte con él el sentido de la "urgencia". Pero el problema es que Rivera sigue firme en su decisión de no apoyar a un Ejecutivo que presida Rajoy (símbolo, a su juicio, de un PP laxo con la corrupción) y pretende que el PSOE se mueva a una abstención "responsable" como la de su formación.

Así, parece poco probable, pues, que haya una investidura en las dos próximas semanas. Rajoy ha vuelto a dejar claro que su intención es ir a ese debate para ganarlo. "No pretendo ir para hacer un discurso que sería el primer discurso de una campaña electoral", ha advertido.