Sociedad Civil Catalana aboga por una mayor presencia del Estado

El presidente de la SCC, Josep Ramon Bosch, ha aprovechado su presencia en Madrid para quejarse del "desamparo" por parte del Estado y de sus instituciones, a excepción del Rey, hacia los sectores que defienden ser españoles y catalanes. Bosch ha abogado por una mayor presencia sobre el terreno de representantes del Gobierno.

En el informe se acusa al Gobierno de Artur Mas y a otras instituciones y autoridades públicas catalanas de optar "desde hace años por desconocer su condición de autoridades e instituciones españolas y actuar como si el poder que ejerce fuera originario y no dependiente de otras instancias".

La SCC denuncia también en una serie de puntos al Ejecutivo catalán de "poner la Administración local al servicio del separatismo", de llevar a cabo una política interesada de subvenciones a los medios partidarios de la independencia, la "falta de neutralidad política y la discriminación lingüística en los centros educativos, así como "la demonización del discrepante".

Por encima de filiaciones políticas o religiosas, la Sociedad Civil Catalana, creada el 23 de abril de 2014, trata de canalizar el sentimiento de ser español sin renunciar a la catalanidad. En la actualidad, según sus portavoces, cuenta con 25.000 asociados.

Según Bosch, además de defender la unidad con España, uno de su principales objetivos es "romper con el estereotipo que identifica a catalanes con independentistas". El problema "no es entre Cataluña y España sino entre los separatistas catalanes y el resto de los españoles". En cuanto a la reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, el presidente de la SCC ha criticado su oportunidad, ya que en este momento "va a tener un efecto bumerán y beneficia a los separatistas".