Rajoy: «Hay cosas que cambiar y lo haremos, pero no la política económica»

Una semana después de recibir un fuerte varapalo en las urnas, con la pérdida del poder en autonomías y ayuntamientos clave como Valencia o Madrid, Rajoy ha hecho esta mañana autocrítica. Ha reconocido que ha podido equivocarse, pero a su juicio ha cumplido con su deber. "No puedo estar satisfecho con el resultado del domingo", ha señalado en Sitges, en la clausura de la reunión anual del Círculo de Economía. "El retroceso ha sido significativo. Es evidente que hay cosas que no hemos hecho bien y hay que tomar nota", ha apuntado. Y a continuación ha anunciado: "Hay cosas que cambiar y lo haremos". Eso sí, ha dejado claro que los cambios no serán en política económica porque sería un "error monumental". Según Rajoy, si los españoles siguen confiando en el PP y el Gobierno mantiene la actual política económica, la sociedad tiene por delante la "posibilidad de lograr el ciclo de crecimiento más largo que hayamos visto nunca". Rajoy ha anticipado un buen dato de paro para el mes de mayo (se conocerá el martes) y ha previsto un crecimiento del PIB para el conjunto del año del 2,8%. "Hemos superado lo peor, pero aún quedan secuelas. La más importante es el paro", ha dicho.

Rajoy ha anunciado también que en la próxima legislatura será el momento de abordar la refoma del sistema de financiación y no ha descartado ningún elemento, como los límites de solidaridad, y hasta ha deslizado que el concierto vasco está en la Constitución, lo que deja una puerta abierta al pacto fiscal que reclaman los nacionalistas catalanes. Se ha mostrado confiado en el PP y con ánimo. "Hay que rectificar alguna cosas y volveremos a tener la confianza de la gente", ha dicho. Entre otras, en materia de corrupción, que cree que ha hecho daño a su partido. "Nos ha perjudicado, pero sobre todo, ha dicho, el "martilleo" de los casos y cómo se han presentado en la televisión. Según Rajoy, lo más sorprendente del 24-M es que el PSOE haya perdido posiciones, en un contexto de dificultades para el PP.

Y como en los años anteriores, el presidente del Gobierno se ha mostrado dispuesto a hablar sobre la reforma constitucional. "Hasta ahora no era prioritario", ha señalado. Ha atacado a Artur Mas por apostar por la vía unilateral, burlar la legalidad y convoocar elecciones cuando no tocaba. "Lo que toca es consolidar la recuperación económica. Las elecciones del 27-S no ayudan a la recuperación y generan inestabilidad", ha afirmado. En cualquier caso, ha asegurado que está dispuesto a hablar y que en la siguiente legislatura será el momento de resolver los problemas "entre todos".