Detenida la madre de los tres niños abandonados en un piso de Oviedo

La mujer, de 41 años y que tiene otros dos hijos mayores de cinco y siete años, ha sido localizado en el entorno del parque del Campillín, una zona habitual de prostitución, actividad a la que se dedicaba la detenida, según el testimonio de sus vecinos. Tras ser detenida, la mujer ha sido trasladada a dependencias policiales para prestar declaración antes de pasar a disposición judicial.

Un inframundo, un ambiente de marginalidad en el que nada parece esclarecerse. Ese es el escenario de la investigación que desde hace días desarrollaban los agentes de la Policía Nacional para intentar localizar a la mujer que abandonó a tres de sus hijos en un piso del barrio de Vallobín. Tras casi una semana de búsqueda, la Policía tenía la certeza de que la mujer estaba viva y habían estrechado el cerco que hoy se ha completado con la detención de la mujer.

«No es una persona peligrosa que porte un arma ni que haya cometido delitos graves. Lamentablemente abandonos hay muchos a lo largo del año», explicaron los agentes. Lo que hizo que el caso generara tanta alarma en el barrio de Pumarín y que la noticia trascendiera a nivel nacional fue el abandono de tres niños de muy corta edad al mismo tiempo.

Los agentes acudieron al domicilio de la mujer en la calle Benjamín Ortiz, en Pumarín, tras recibir la llamada de aviso de los vecinos. En la comunidad hacía horas que se escuchaba el llanto de los niños, pero nadie respondía al timbre. Cuando los agentes llegaron de madrugada se encontraron al más pequeño de los niños, de apenas semanas de vida, tendido sobre la cama desnudo u tiritando. Su hermana de dos años se daba golpes contra una pared mientras sostenía una lata de cerveza y la otra pequeña, de tres años, permanecía sentada con la mirada perdida. La casa estaba desordenada y llena de suciedad.

Los tres menores fueron trasladados al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), centro hospitalario que ya han abandonado para desplazarse a una casa de acogida. Algunos vecinos aseguraron ayer que aunque la mujer tenía evidentes problemas de alcoholismo era frecuente verla en el supermercado comprando alimentos para sus hijos. Esta universitaria de 41 años que tenía otros dos vástagos atendidos por sus abuelas. (Más información)