Los tres jueces que han decidido el futuro de la hermana del Rey

El presidente, Diego Gómez-Reino, y Juan Jiménez y Mónica de la Serna componen la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares. Como tribunal son "una máquina perfectamente engrasada", a decir de los funcionarios que trabajan para ellos. Es un tribunal bastante plural, "muy imprevisible" y veloz a la hora de resolver los recursos y dictar sentencias. Todos ellos tienen un trato amable, pero son herméticos si el argumento deriva a alguna de sus causas.

Ellos fueron (con los votos a favor de Gómez-Reino y De la Serna) los que en mayo de 2013 suspendieron la citación como imputada de la infanta al entender que no había indicios para que hiciera el paseíllo para declarar por su participación en el Instituto Nóos. Pero también fueron ellos los que señalaron el camino al juez José Castro para que la investigara por fraude fiscal y blanqueo. Precisamente lo que el instructor hizo.

Gómez Reino es el presidente y le gusta hacer ver que lidera el tribunal. Este gallego de La Coruña, casado con una mallorquina y de 52 años, es nadador y de familia de juristas y deportistas olímpicos. Pertenece a la progresista Jueces para la Democracia. Locuaz en los juicios, es expeditivo en la sala de vistas, donde tiene fama de ser un buen jurista. En sus alforjas guarda juicios y sentencias del macrosumario 'Andratx' o el proceso 'Kabul', una de las mayores tramas de narcotráfico desmantelada en Baleares.

Mónica de la Serna es de Zaragoza pero lleva más de una década en la Audiencia de Palma. Su vitola formal es de conservadora por pertenecer a la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), pero dicen los que la conocen que "no lo es en absoluto". Es más, es muy progresista en cuestiones sociales y su imagen fuera de los tribunales está alejada siempre de cualquier formalismo. Tiene en su haber una polémica ponencia que anuló las escuchas y registros de varios capos del narcotráfico que quedaron en libertad. Pero sin duda el trabajo más conocido hasta ahora de esta madre de dos niñas fue la sentencia que condenó a cinco años y medio de cárcel por desviar fondos públicos a María Antonia Munar, expresidenta del Consell de Mallorca.

Juan Jiménez Vidal es, quizás, el más famoso del tribunal porque fue el único que votó a favor de que la infanta hiciera el paseíllo en su primera cita. Mallorquín pero de ascendencia andaluza, como Castro, es casi un recién llegado a la Audiencia Provincial. Su perfil es progresista sin ningún tipo de dudas: fue juez de lo social y antes un "guerrero" abogado laboralista. Incluso en su juventud militó en grupos antifascistas. Pertenece a Jueces para la Democracia. Accedió a la judicatura por el cuarto turno (reservado a juristas de reconocido prestigio). Como juez dicen que abusa de citar jurisprudencia y que sus autos pueden ser bastante tediosos por ello. Su pasión es la agricultura en sus ratos libres.