Nigeria se reencuentra con la victoria 16 años después

No es que los de Stephan Keshi completaran un choque brillante ante los europeos, pero aprovecharon sus mejores armas para lograr la victoria que les mantiene muy vivos en la lucha por acompañar a Argentina a los octavos de final. Un empate ante Messi y compañía en la última jornada les daría el pase. Las Águilas Verdes no tienen la calidad de Ghana o Costa de Marfil, pero son los campeones de África y no les faltan argumentos para confiar en sus posibilidades para superar la fase inicial en Brasil.

Son intensos y con un físico privilegiado. Además, cuentan con una fuerza de la naturaleza como Emmanuel Emineke para marcar la diferencia. De hecho, Odemwingie debe agradecer al jugador del Fenerbahçe turco el gol que marcó en el minuto 28. El delantero protagonizó una jugada plena de potencia y fe por la banda derecha y acabó cediendo el balón a su compañero para que la acabara alojando en la portería bosnia. No fue la única acción de mérito de Emineke, que se convirtió en una pesadilla para los defensas rivales.

Los nigerianos no había hecho excesivos méritos para adelantarse en esa primera media hora del encuentro. De hecho, habían sido los hombres de Safet Susic los que habían mostrado más interés por tocar el balón y por buscar el gol. Pero la falta de acierto y la discutida decisión del colegiado Peter OLeary en una acción que debió suponer el primer tanto de los Dragones lo impidieron.

Tras adelantarse en el marcador, los africanos parecieron despertar. Fue sólo una sensación momentánea ya que los bosnios recuperaron el orden y comenzaron a llegar hasta Enyeama, aunque con un Dzeko especialmente desafortunado.

El descanso fue el mejor aliado de Nigeria. Salió en la segunda mitad con el ánimo y el aliento recuperado y no logró el segundo tanto por las buenas intervenciones de Begovic. Fueron quince buenos minutos de los de Keshi, pero el partido se volvió a equilibrar.

Bosnia realizó un último esfuerzo final y tuvo dos ocasiones muy claras para igualar el choque y seguir con opciones de clasificarse. Pero no era el día de Dzeko. El ariete del Manchester City cabeceó primero un balón que detuvo con pericia Enyeama. Y el portero se acabó convirtiendo en el héroe de su selección cuando en el descuento reaccionó como un gato a una buena jugada del delantero rival y despejó la pelota al poste. Ahí acabaron las posibilidades bosnias y ahí se cerró la primera victoria de Nigerias desde el Mundial de 1998, la que lw puede clasificar de nuevo para los octavos de final.