Peugeot 402 de 1935, o la apuesta por la Streamline

En el salón de París de 1935, Peugeot desvela el 402, un automóvil que sustituye, a la vez, al 401 y al 601, y que va a marcar una importante etapa en la historia de la marca del león. Nace para hacer frente a la creciente competencia. De hecho, Citroën acaba de producir los primeros modelos Traction Avant, y Renault tiene una sólida posición en el mercado con sus Vivaquatre y Primaquatre.

Es un modelo muy moderno, uno de los Peugeot más impactantes de la historia en cuanto a diseño. Henri Thomas, responsable del departamento «Etudes Carrosseries» de Peugeot, ha supervisado el estudio del 402. Entre un equipo de ingenieros, aparece como un personaje singular. Más allá de su mirada distante, protegida por unas pequeñas gafas redondas, se esconde un verdadero artista, capaz de hacer dibujos de una increíble precisión.

Sí la línea aerodinámica del 402, conocida como el «Fuseau Sochaux» (el huso, por la forma y de Sochaux, por la sede de la marca), está claramente inspirada en los Chrysler y De Soto Airflow («Flujo de aire», en traducción literal), en su estética «Streamline», lanzados un año antes con un diseño revolucionario (conforme a las patentes de Paul Jaray) adoptado tanto por razones aerodinámicas como por la necesidad de una nueva estética que devolviera el optimismo a la sociedad americana. Es más, la influencia de la «Streamline» se extenderá no solo a coches o trenes, sino también a objetos estáticos, desde tostadoras a edificios. Era un reflejo de velocidad, de dinamismo, de modernidad.

Volviendo a Peugeot, hay que reconocer que mejoró claramente a su fuente de inspiración. Sus formas fluidas y equilibradas servirán de modelo a toda la gama del fabricante hasta la guerra. Y, parte significativa de este audaz diseño, es la atrevida colocación, en el interior de la calandra, de los faros delanteros, sin olvidar la supresión de los estribos.

Técnicamente, fiel a su filosofía de marca, desde un punto de vista técnico evita soluciones complicadas y, por ende, demasiado costosas. Y, contrariamente a Citroën, se ha conservado la propulsión, es decir, la transmisión de la fuerza del motor a las ruedas traseras. Pero no utilizar soluciones complicadas no quiere decir renunciar a los avances. El 402 se beneficia de un moderno motor de cuatro cilindros con las válvulas en cabeza, de 1991 cc y que, gracias a sus 55 CV de potencia, le permite alcanzar los 120 km/h. Va asociado a una caja de cambios de tres relaciones y, opcionalmente, se puede montar una electromecánica Cotal de cuatro velocidades. El chasis es del tipo Bloctube, muy rígido, ya probado en modelos anteriores. Se instalan 4 frenos de tambor de cable. Delante lleva una suspensión de ruedas independientes y detrás las ballestas adoptan una disposición tipo cantilever, con un sistema de autoengrasado.

El cliente puede elegir entre varios tipos de carrocería: conducción interior, coach, cabriolet (cuatro plazas), roadster (dos plazas), el avanzado cabriolet de techo retráctil Eclipse, y finalmente, una comercial. A esto se sumaba una versión de chasis largo, denominada 402 L, con una distancia entre ejes mayor, de 3,30 metros, con dos carrocerías (limusina familiar y taxi) de nada menos que cinco metros de largo.

En cuanto a transmisión, Peugeot quiso ir más lejos. Una maqueta de demostración atrae la atención en el Salón de París de 1935, la de un 402 automático. El coche está equipado de una técnica desarrollada por el inventor Gaston Fleischel, cuyas patentes serán comparadas por los americanos. Esta transmisión funciona muy bien, al contario que la rival Sensaud de Lavaud. El 402 automático parece preparado para la producción en serie como lo atestigua su inscripción en el catálogo Peugeot del salón. Desgraciadamente no será comercializada, y es que su precio era muy elevado: nada menos que un 25% del coche.

El 402 tendrá un gran éxito debido a su seductora estética, a las buenas prestaciones y a un silencio de funcionamiento superior a la media de la época.

Fabricado hasta el inicio de la II Guerra Mundial, en 1939, se verá beneficiado de algunas evoluciones. Así, en 1937, el Eclipse es sustituido por un modelo realizado sobre la base del chasis largo de 3,30 m de batalla, y al año siguiente las versiones alto de gama del 402 reciben una culata en alpax, una aleación de silicio y aluminio muy resistente. La tasa de compresión pasa de 6 a 7 y así cuenta con 3 CV más, alcanzando una potencia de 58 CV.

En 1939, el 402 se convierte en 402 B, recibiendo un motor de camisas húmedas (en contacto con el líquido de refrigeración) con una cilindrada incrementada hasta 2142 cc por alargamiento de la carrera. La potencia pasa a 63 CV. Al tiempo la calandra se modifica y la berlina adopta un maletero posterior que sobresale de la carrocería. La gama se debía completar con un 402 B diésel, equipado del motor 2.3 construido bajo licencia suiza Oberhaensli. Con 55 CV, este propulsor movía la camioneta Peugeot. Estaba previsto que el 402 B diésel fuera presentado en el Salón de París de 1939, pero Hitler tenía otros planes…

No hay que confundir el 402 con el 402 Légère o Ligero. Aparecido en 1937, este último es, en realidad, un 302 equipado con el motor 2 litros del 402. En cuanto al 402 B Légère aparecido en 1939, era una carrocería de 202 sobre un chasis de 302 equipado con el motor del 402 B: un potente compacto, ancestro de las berlinas deportivas que llegarían después de la guerra.

Tras cinco años de vida, la producción del 402 se detiene en 1940, debido a la Segunda Guerra Mundial. La fábrica y por ende toda la maquinaria, quedaría desbastada por los bombardeos. Cuando en 1949, la producción y ventas de Peugeot recuperan unos niveles de cierta normalidad, el 402 ya era historia.

Es indiscutible que estamos, en este 2023, entre dos épocas. Como en el principio de los años 30 del siglo pasado, el momento actual es de crisis, de tensiones entre mentalidades diferentes y, por ende, de necesidad de cambio. Las originales líneas de la carrocería del 402 de 1935, nos llevan a través del tiempo al nuevo 408 de 2023, un seductor nato al igual que su ancestro, que también hace también girar todas las cabezas a su paso. Bello u original, según se mire, es una verdadera berlina, con una carrocería fastback de cinco puertas que nada tiene que ver con los SUV actuales, ni con los crossover (que nadie tiene muy claro cuál es la diferencia entre ambos, por cierto) anticipando una nueva era.

Más largo que un 5008, este 408 es apenas más alto que un 308 SW (1,45 m), aunque la altura libre al suelo sea de 19 centímetros. Si bien el estilo de un coche moderno es más que el trabajo de un hombre en solitario, siempre hay una idea directriz que prevalece sobre las otras. Así, para el 408 ha sido el proyecto de Kevin Gonçalves el que ha emergido sobre las siete u ocho maquetas de búsqueda (a escala ¼) realizadas durante 2018. Ni Thomas hace casi 90 años con su 402 «streamline», ni Gonçalves con este 408 Fastback que reinventa la berlina, se conformaron con seguir caminos ya trazados.