El nuevo C3 marca la ofensiva eléctrica urbana de Stellantis

Por ello, Citroën ha desarrollado su nuevo ë-C3 sobre una nueva plataforma, llamada Smart Car, que fue concebida específicamente para reducir los costes de producción en el segmento B y poder ofrecer vehículos eléctricos desde los 23.800 euros. Esta arquitectura es también la que forma el esqueleto del modelo en sus versiones para India o Latinoamérica.

El resultado es un vehículo que estrena la nueva imagen de marca —con el logo neo-retro y unos faros diferentes—, así como un sistema eléctrico de 83 kW (113 caballos) con una autonomía homologada de 320 kilómetros en ciclo WLTP. En 2025, la marca lanzará al mercado una versión que llegue a los 200 kilómetros con un precio que parte de los 20.490 euros.

Para reducir costes, la marca ha cambiado la composición química de sus baterías. Si hasta la fecha las del grupo Stellantis se han tratado de iones de litio, para el nuevo C3 se trata del más económico litio-ferrofosfato, cuyo proveedor es la compañía china Svolt.

El C3 ha vendido 5,6 millones de unidades desde su introducción en 2002, y supone una cuota de mercado del 29% en las matriculaciones europeas de la marca. Según su director de marketing, Federico Goyret, «el objetivo es reformular la marca para seguir manteniendo esta posición en Europa».

Para simplificar la oferta y ajustar los precios al máximo, Citroën solo venderá dos niveles de acabado, «You» y «Max». Los precios declarados son solo para las versiones de acceso —la marca se ha negado a confirmar los de la más elevada—, que vienen de serie con algunos elementos de Citroën que hasta la fecha eran únicamente opcionales, como las suspensiones neumáticas.

Las versiones de entrada se han reducido hasta lo esencial, y no cuentan con una pantalla multimedia, sino que es el teléfono el que suple su función —cuenta con teclas de acceso para controlarlo desde el volante—, así como funciones de asistencia a la conducción como luces de cruce inteligente o sensores de estacionamiento.

Dado que la plataforma está preparada para equipar un motor térmico, se espera que lleguen propulsores de este tipo después de, aterrizaje de los cero emisiones, que será, como tarde, en el segundo trimestre de 2024.

Desde la fábrica en Eslovaquia afirman que se trata de «un privilegio y una gran responsabilidad, pues un 65% de la producción anual sale de las líneas de montaje». Esta planta cuenta con un ritmo de 200.000 unidades por ejercicio, por lo que el ritmo del Citroën C3 estará en el entorno de las 130.000.

Las ventajas del nuevo modelo, según el jefe de ingeniería del proyecto Smart Car, Renaud Tourte, las mejoras en el diseño suponen que el nuevo C3 «tenga costes inferiores a la generación anterior y se produzca un 25% más rápido».