Mokka: Un crossover para enamorarse de Opel

El frontal estrena el llamado 'Opel Vizor' una franja horizontal delantera en color negro que integra unos faros alargados y una brillante parrilla. Por fuera, además de colores muy llamativos, el techo y el capot pueden ser de color negro. En su vista lateral cuenta con detalles en cromado y rojo que nos recuerdan al pequeño Opel Adam y la trasera, de elegante diseño, es la parte más 'alemana', con personalidad en las líneas y sin detalles superfluos. Es, en resumen, un coche que gusta.

El atractivo sigue en el interior, y es que estrena un cuadro de mandos con dos pantallas -cuadro de relojes y equipo multimedia- unidas visualmente y orientadas hacia el conductor, llamado 'Opel Pure Panel'. El resultado es muy tecnológico, pero sin perder de vista la clásica ergonomía germánica, de hecho los mando del climatizador son como los de siempre, y no están dentro de los menús de las pantallas. El espacio interior es correcto para un coche de su clase, y cuatro pasajeros viajarán cómodos, destacando unas grandes puertas traseras que harán las delicias de los que tienen que acomodar niños de corta edad. El maletero, con 350 litros de capacidad, es correcto para el día a día, aunque algo justo si viajamos en familia.

Con 4,15 metros de largo, el Mokka utiliza el mismo chasis y mecánicas que el Opel Corsa y que otros modelos del grupo PSA, formado por Peugeot, Citroen y DS, y al que pertenece desde 2017 la marca alemana Opel. Esto significa que el modelo cuenta con motores gasolina, diésel o eléctrico, siempre con tracción delantera. El gasolina es el 1.2 turbo con 100 o 130 CV, este último con cambio manual o automático de ocho marchas, el diésel es el 1.5 de 110 CV y la versión eléctrica rinde 136 CV.

Este último es muy interesante porque, con 50 kilovatios de batería, anuncia una autonomía de 324 kilómetros, que serán más en uso urbano y algo menos en carretera, pero que dan para toda una semana de recorridos diarios en ciudad y que permiten aventurarnos a hacer algún viaje por carretera incluso en un país en el que los enchufes de recarga aún brillan por su ausencia.

Aún no hemos podido conducirlo, pero el Mokka ya se puede reservar, y llegará a los concesionarios en marzo con los acabados Edition, GS Line, Business y Ultimate. El precio del modelo eléctrico es de 35.400 euros, que pueden reducirse hasta los 26.200 euros si nos acogemos a todas las ayudas del plan Moves y a las ofertas financieras de la marca. Los de gasolina se inician en 21.000 euros que, con ofertas, se convertirán en 18.500 euros, al menos si se mantiene su impuesto de matriculación al cero por ciento. Si se utiliza la nueva medición europea habrá que sumar a la cuenta de los motores gasolina y diésel unos mil euros extra para las arcas del Estado.

El Mokka se convierte en el Opel más atractivo, un modelo listo para competir con rivales como el Ford Puma, Volkswagen T-Cross, Mazda CX-3 y con el propio Opel Crossland, un SUV de similar tamaño pero de estilo más familiar que en breve será renovado por la marca.