CR-V Hybrid Racer, un verdadero lobo con piel de cordero

Pero, además, sorprende también por su aspecto: un CR-V -la nueva generación que ya está a la venta en Japón y Estados Unidos- con un kit aerodinámico específico que mejora su rendimiento en pista. Además, tiene un alerón trasero de grandes dimensiones que genera una carga aerodinámica que ayuda a mantener el coche pegado al suelo en las curvas más rápidas.

Pero detrás de este coche y su creación, hay una historia. La idea surgió a raíz de la pandemia de Covid-19, que obligó a cancelar muchas de las competiciones previstas para 2020. En lugar de quedarse parados, los ingenieros de Honda Performance Development decidieron aprovechar el tiempo para trabajar en un proyecto ambicioso que combinara la eficiencia de un coche híbrido con la potencia y el rendimiento que se exige a un coche de carreras.

Y es una auténtica obra de arte de la ingeniería y la tecnología. Pero, además, demuestra el compromiso de Honda con el desarrollo de tecnologías más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Como sabes, los coches de carreras no suelen ser precisamente ejemplos de eficiencia energética. Un coche que demuestra que la tecnología híbrida tiene mucho que decir en el mundo.

Entre las innovaciones que incorpora está su sistema de transmisión. Este coche cuenta con un sistema de tracción total que permite una distribución óptima del par motor entre las cuatro ruedas. De esta forma, se consigue una mayor estabilidad y agarre en todo tipo de terrenos y condiciones climáticas. Además, el sistema de frenos está diseñado para soportar altas temperaturas y proporcionar una frenada eficaz en cualquier situación.

Otro aspecto interesante es su peso. A pesar de contar con un chasis de fibra de carbono, el CR-V Hybrid Racer pesa más de 1.500 kilos. Esto se debe en parte a su sistema híbrido, que añade peso extra. Sin embargo, los ingenieros de HPD han trabajado duro para conseguir una distribución de peso óptima, lo que se traduce en un mejor comportamiento en pista.

Y no podemos olvidarnos de la electrónica. El CR-V Hybrid Racer cuenta con un sistema de gestión del motor muy sofisticado que permite ajustar la potencia y el par en función de las necesidades de cada momento. Además, tiene un sistema de telemetría que permite a los ingenieros monitorizar, en tiempo real, el rendimiento del coche durante las carreras.