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Tu próximo coche podría estar fabricado con pulpa de remolacha

Tu próximo coche podría estar fabricado con pulpa de remolacha

Las marcas investigan en la utilización de materiales ecológicos en las diferentes partes de los vehículos

J. Bacorelle

Madrid

Jueves, 10 de febrero 2022, 00:06

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Los objetivos medioambientales, tanto los exigidos por las instituciones oficiales como a nivel particular, buscan la fabricación de coches cada vez más ecológicos. Por eso, además de medir y controlar las emisiones de gases y partículas, la investigación avanza en la utilización de nuevos materiales.

Un ejemplo es la investigación puesta en marcha, en colaboración con la Universidad Técnica de Liberec, por el departamento de Desarrollo Técnico de Skoda. La forma checa ha logrado desarrollar un material sostenible y ecológico basado en la pulpa de remolacha, y ha solicitado la correspondiente patente.

Johannes Neft, responsable del Comité Ejecutivo de Desarrollo Técnico de Skoda, explica que su objetivo es «desempeñar un papel pionero en el ámbito de la sostenibilidad. Estamos adoptando un enfoque holístico de esta cuestión y estamos abordando mucho más que las emisiones de CO2 de nuestra flota de vehículos; también estamos centrándonos en la investigación y en la utilización de materiales de origen ecológico e investigando, por ejemplo, cómo podrían utilizarse en el futuro materiales como las fibras de coco o la cáscara de arroz«.

El fabricante de automóviles utiliza un proceso especial para teñir la pulpa de la remolacha azucarera y crear todo tipo de diseños para el interior. Incluso obtendría el material directamente de la ciudad de Dobrovice, no muy lejos de su sede en Mladá Boleslav, para así evitar las largas cadenas de suministro y se optimiza la huella de CO2.

Asimismo, Skoda ha obtenido otro material sostenible a partir de la planta de caña miscanthus: sus fibras pueden procesarse y utilizarse para el revestimiento de las puertas, por ejemplo. Los residuos orgánicos de la producción constituyen materia prima ecológica, ya que pueden ser procesados sin necesidad de recursos adicionales. Esto reduce la necesidad de materias primas producidas industrialmente.

Otra de las marcas que avanza con el mismo objetivo es la japonesa Mazda. Su filosofía más 'verde' se puede ver en la calle gracias a coches como el Mazda MX-30 que emplea botellas de plástico recicladas para elaborar un tejido innovador, piel de origen vegetal o, incluso, corcho, consiguiendo así llevar esa conciencia ecológica un paso más allá. Este tipo de materiales se encuentran en su interior bajo la consola central y en los tiradores de las puertas representa un elemento funcional en todo el habitáculo. Tocarlo es una verdadera experiencia sensorial. Es, a su vez, un material que representa el presente y pasado en la historia de Mazda. Porque quizás no lo sepan, pero los inicios de la compañía, hace justo un siglo, no estuvieron ligados al mundo del automóvil, sino que su sector principal eran los derivados del corcho. Ahora, se ha completado el círculo gracias a un modelo 100% «verde».

En el caso de Ford, la firma norteamericana ha llegado a un acuerdo con Mc Donalds para aprovechar los posos del café que se pueden convertir en un material duradero para reforzar ciertas partes del vehículo. Calentando la cáscara a altas temperaturas con poco oxígeno, mezclándola con plástico y otros aditivos y convirtiéndola en pellets, el material puede ser moldeado en varias formas.

El compuesto de cáscara de café cumple con las especificaciones de calidad para piezas como las carcasas de los faros y otros componentes internos. Las piezas resultantes serán aproximadamente un 20 por ciento más ligeras y requerirán hasta un 25 por ciento menos de energía durante el proceso de moldeo.

Las propiedades térmicas del componente a partir de cáscara de grano de café son significativamente mejores que las del material utilizado actualmente, según Ford. Esta es la primera vez que Ford utiliza cáscaras de grano de café para fabricar componentes de vehículos.

Otro ejemplo es el utilitario eléctrico BMW i3, que incorpora madera de eucalipto y roble en el salpicadero certificada FSC, es decir, de origen sostenible, además de lana en los asientos. Pero también pueden tener un papel los materiales sintéticos de nuevo cuño también permiten reducir notablemente la huella medioambiental. Un ejemplo es el revolucionario SuperFabric, empleado por el McLaren GT en su tapicería. Al ser muy resistente a rasgaduras, manchas y humedad, su vida útil es muy prolongada –tres veces mayor que los materiales convencionales–, haciendo innecesario su reemplazo. Además, su producción no requiere de agua ni de químicos tóxicos.

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