El dueño de un Tesla incendia su coche y una casa por usar un enchufe pinchado

En algunos barrios de ciudades mexicanas es frecuente encontrar este tipo de empalmes a la red eléctrica, conocidos allí como 'diablitos' –lo que en España llamaríamos pinchar la luz–, que suponen pérdidas de unos 2.500 millones de euros a la Comisión Federal de Electricidad de México.

Estas conexiones a menudo se traducen en sobrecargas de circuitos, electrocuciones o, como está demostrado, incendios. Aunque se ha demostrado que los coches térmicos tienen más riesgo y frecuencia que los cero emisiones, los eléctricos son mucho más difíciles de apagar y arden a una temperatura mucho mayor.

Para afrontarlos, los bomberos recurren a una espuma aislante especialmente diseñada para apagar las baterías de iones de litio. Según el departamento de emergencias de Tijuana, los efectivos han sido entrenados para los incendios de este tipo, pero este se trataba de la primera vez que se enfrentaban a uno.

Afortunadamente, la casa del vecino y el propio Tesla Model S se encontraban vacíos cuando se propagaron las llamas y no se reportaron ningunas lesiones, solo daños materiales.

Algunos de los medios locales declaran que el coche era propiedad de un turista, sin embargo estas explicaciones son cuestionables dado el barrio marginal en el que ocurrió el incidente. Tijuana, al estar situada en la frontera con California, es una de las ciudades con mayor presencia de cargadores eléctricos del país.

El incremento en vehículos eléctricos solo se traduce en un mayor número de casos de incendios de estos coches –al ser una novedad relativa, siguen copando más titulares que los de combustión, que están más normalizados–.

No es solo en México: el 1 de agosto, un Mercedes-Benz eléctrico prendió fuego y dañó un bloque de apartamentos, algunos de los cuales tuvieron que ser desalojados. El incendio tardó más de ocho horas en ser extinguido y destruyó alrededor de 140 otros coches que estaban en el estacionamiento.

Ante un suceso de tal magnitud, la viceministra de Medioambiente de Corea del Sur, Hyoeun Jenny Kim se reunió con la agencia nacional de bomberos y las carteras de Transporte e Industria para diseñar una normativa específica que evite riesgos de incendio en un país cuyos edificios tienen los puntos de recarga subterráneos.

En España, el Departamento de Bomberos de Barcelona solicitó que no se pusieran cargadores eléctricos en plantas inferiores a la -1, al ser mucho más difíciles de extinguir por no permitir el acceso de los operarios con facilidad.