Faconauto propone un plan para renovar 195.000 coches al año
Juan Roig Valor
Martes, 24 de junio 2025
Mientras la presión política de Bruselas y el Gobierno socialista se centra en transicionar el mercado del automóvil hacia el eléctrico, las asociaciones sectoriales mantienen ... que la prioridad debería ser la de descarbonizar las flotas de los países, especialmente en aquellos en donde esta cuenta con una edad considerable.
Es el caso de España, en donde la antigüedad media del parque móvil roza ya los 15 años. La patronal de concesionarios oficiales, Faconauto, señala que lo más deseable para nuestro mercado sería poner en marcha un plan de incentivos a la compra de coches que contemple otras motorizaciones, de manera similar al Reinicia Auto que se puso en marcha para paliar los efectos de la DANA en Valencia.
El programa, que la asociación ya está compartiendo con los partidos políticos, contempla una dotación anual de 680 millones de euros –los fondos de la prórroga del Moves III para 2025 fueron 400 millones–, que permitiría renovar unos 195.000 vehículos al año, según sus cálculos.
Faconauto siempre ha abogado por incentivos fiscales en función de lo contaminantes que son los coches y, así, los eléctricos e híbridos enchufables seguirían siendo prioritarios a la hora de recibir ayudas (6.000 euros), seguidos por los motores por debajo de 95 gramos de CO2 por kilómetro –es decir, que cumplan con el umbral de la normativa CAFE para evitar las multas (3.000)– y por aquellos que se encuentren entre 95 y 120 gramos (2.000).
«Sabemos lo que quiere el ciudadano», afirmó la presidenta de Faconauto, Marta Blázquez. «Solo falta un acompañamiento eficaz de la política. Sin embargo, y como está habiendo un buen comportamiento del mercado últimamente [las ventas en mayo aumentaron un 18,6%], el Gobierno no parece que esté muy interesado en desviar su atención del eléctrico».
La asociación considera que el plan debería estar activo hasta el año 2027 y que cada euro invertido en él se traduciría en un 1,92 que irían de vuelta al erario. Además, cada coche que se quede fuera de circulación supondría reducir las emisiones en un 63,6%.
«No se trata de diseñar nuevas estrategias, sino de escalar a nivel nacional lo que ya está funcionando en muchas comunidades autónomas. La hoja de ruta está clara y el canal para implementarla existe. Solo falta poner en marcha un plan para una necesidad urgente del país. El ciudadano quiere renovar su coche viejo por uno más seguro, más eficiente y con menor impacto medioambiental, pero necesita las condiciones para hacerlo posible».
Estas conclusiones fueron presentadas junto con una encuesta elaborada por Sigma Dos en la que se estudiaban los hábitos de compra de los españoles. La muestra, de 5.000 conductores, es la más grande de este tipo de informes realizados hasta la fecha y pone de manifiesto dos realidades.
Por un lado, los concesionarios siguen siendo el lugar principal para informarse sobre la gama de un fabricante y todos gozan de buena credibilidad por parte de los consumidores.
Por otra, solo un 10% de los encuestados están dispuestos a comprarse un coche eléctrico. Esto contrasta fuertemente con las otras opciones de propulsión, en la que tres cuartas partes optaría por un híbrido convencional y alrededor de la mitad se plantea que el coche sea chino
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