Marbella estudia la creación de nuevos aparcamientos para la viabilidad de la peatonalización de Ricardo Soriano

El Ayuntamiento encargó en 2012 un estudio sobre la posible peatonalización y la conclusión a la que se llegó planteó un problema de difícil resolución: no existen en la ciudad vías alternativas para canalizar todo el flujo de tráfico que ahora absorbe la avenida. Este proyecto supondría incrementar el tráfico en la circunvalación de Marbella, lo que obligaría a habilitar dos carriles por sentido en las vías Cánovas del Castillo y General López Domínguez y eliminar zonas de aparcamiento.

Por lo tanto, para una posible viabilidad del proyecto es necesario retomar la creación de nuevas bolsas de estacionamiento que sustituyan a las que se retirarían en estas calles, algo en lo que ya se está avanzando, según destacó la alcaldesa. «Lo que estamos haciendo es trabajar en lo que tienen que ser medidas complementarias y preliminares, de ahí que estemos trabajando con la propia Junta de Andalucía para poder sacar adelante un aparcamiento de casi 1.000 plazas útiles y estudiando la viabilidad de otros estacionamientos en diferentes ubicaciones», avanzó Muñoz.

La puesta en marcha de estos espacios sería el paso previo al estudio del proyecto de peatonalización. «El objetivo es hacer posible que cuando se tome una decisión de ese tipo esté todo perfectamente estudiado, con los informes suficientes para que no exista el riesgo de un colapso en la ciudad, en una arteria principal como es Ricardo Soriano», recalcó la regidora.

Junto al estudio de nuevas bolsas de aparcamiento, el Ayuntamiento de Marbella también trabaja en el desarrollo de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que prevé aprobar de manera provisional en octubre, como ya publicó SUR. La delegación de Movilidad, Tráfico y Transportes está elaborando el documento y delimitando el área de actuación, aunque se desarrollará sin sanciones hasta su puesta en marcha definitiva a lo largo de 2024. Según la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, los municipios de más de 50.000 habitantes están obligados a establecer este tipo de áreas para la progresiva eliminación de la circulación de vehículos de combustión interna.

Así, el objetivo en Marbella es aprobar la ZBE de manera provisional para crear una experiencia piloto que no suponga un cambio drástico en la movilidad de la ciudad, y conseguir así un desarrollo más progresivo. De esta forma, se podrá llevar a cabo un estudio «riguroso» y detallado de la calidad del aire en las diferentes barriadas de la ciudad, para el cual se ha solicitado una subvención a través de los fondos Next Generation de la Unión Europea. «Venimos trabajando ya tiempo, precisamente en hacer factible el tema de la peatonalización, pero de manera paulatina. La ventaja que tenemos es que Marbella tiene una muy buena calidad de aire», subrayó Muñoz.