La traición que destapó una trama de blanqueo
H. B.
Lunes, 18 de febrero 2019, 00:16
La fortuna que José Luis Sierra amasó desde su posición junto a Jesús Gil en el Ayuntamiento quedó oculta durante años en una trama de ... blanqueo administrada por testaferros. Al enfermar de Alzheimer, estos testaferros intentaron quedarse con ese patrimonio, lo que motivó que en febrero de 2014, la mujer del abogado, Miriam Martínez, presentara un escrito en un juzgado de guardia de Madrid en el que se autoinculpaba por un delito de alzamiento de bienes y conseguía de esa manera que la vista de la justicia se posara sobre estas personas que habían traicionado a su marido.
En el patrimonio objeto de estas maniobras no figuraba el ático que acaba de ser subastado, sino un entramado inmobiliario mucho más vasto acumulado por Sierra después de adquirir en secreto la sociedad José Banús SA, a nombre de la cual figuran numerosos bienes.
Durante los primeros años del mandato de Jesús Gil, el Ayuntamiento y la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol se convirtieron en los principales acreedores de BANSA (Banús y Andalucía la Nueva SA), una sociedad que prestaba servicio de abastecimiento de agua y fue declarada en quiebra. Sierra fue nombrado síndico y desde esa posición de privilegio adquirió en secreto las acciones de la sociedad José Banús SA, una promotora con gran patrimonio inmobiliario que era a su vez la empresa matriz de BANSA.
Desde ese momento encargó a una persona de su confianza para que rastreara todos los bienes inmobiliarios de esa sociedad para hacerse con ellos. Lo hizo a través de una red de testaferros y mediante la ocultación de sociedades con el objetivo de que la verdadera propiedad de los bienes fuera lo suficientemente opaca para que en el caso de que fuese condenado por los actos ilícitos en los que participaba desde el Ayuntamiento de Marbella, como finalmente sucedió, no fueran detectados e inmovilizados por los tribunales.
En el escrito, dirigido al Juzgado de Guardia de Madrid, Miriam Martiínez relató que su marido decidió llevar a cabo la ocultación de sus bienes mediante estructuras societarias complejas y la utilización de testaferros y recuerda que pese a las sentencias favorables al Ayuntamiento de Marbella, las responsabilidades civiles declaradas no pudieron hacerse efectivas porque la ocultación de los respectivos patrimonios de los diferentes imputados ha sido la norma general.
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