Padres y alumnos de Marbella se manifiestan ante el Ayuntamiento para pedir que se cumplan los plazos del nuevo instituto de Las Chapas

La cita era a las 9.30 y desde primera hora de la mañana comenzaba el incesante goteo de padres y madres, muchos de ellos acompañados por sus hijos. El grueso de los participantes pertenecían a los colegios Vargas Llosa y Xarblanca y al instituto SESO Dunas de Las Chapas (las aulas prefabricadas del Trapiche Norte), que serán los futuros usuarios del nuevo instituto en las inmediaciones del Hospital Costa del Sol. Junto a ellos, representantes de una veintena ampas de la ciudad tanto de colegios de infantil y primaria como de institutos secundaban la manifestación.

Los promotores de la protesta habían elegido la fecha y la hora para coincidir con la entrada de los concejales al pleno ordinario, como cada último viernes del mes. El objetivo era mostrar su «profunda indignación y rabia por el trato que se le está dando a la educación en nuestra ciudad», según el manifiesto leído durante el acto, y hacerlo ante todos los representantes políticos.

Sin embargo, no pudo ser ya que, finalmente, la sesión plenaria se celebró de manera telemática, «atendiendo a la actual situación sanitaria así como al nivel de incidencia de la pandemia de covid-19 en el municipio de Marbella y de conformidad con las recomendaciones de las autoridades sanitarias en materia de trabajo a distancia», según recoge la propia convocatoria del Pleno. Una elección que a los padres les «suena rara», según ha manifestado Jorge Gil, presidente del Ampa La Florida y que ejerció de portavoz de la agrupación de Ampas. «Cuando han visto que la concentración de hoy seguía adelante, casualmente se ha convocado como telemático», ha argumentado Gil que ha lamentado que no quisieran «dar la cara».

Una frustración la de estos miembros de la comunidad educativa que tiene también que ver con que «muchos de los alumnos que están aquí hoy y de los que cursan clases en aulas prefabricadas ya estuvieron en otras así hace diez años y hubo que luchar para que se construyera el colegio Vargas Llosa», ha recalcado el portavoz.

El manifiesto exigía también el cumplimiento del acuerdo marco firmado por los distintos representantes políticos que conformaban el Pleno municipal en noviembre de 2018. Un documento que recoge «la creación urgente y sin demoras de nuevo equipamiento educativo en la ciudad, la mejora en el mantenimiento de los centros escolares, potenciar la atención a la diversidad en todos sus ámbitos, crear dos nuevos comedores escolares para el colegio Nuestra Señora del Carmen y Hermanos Gil Muñiz y trasladar al interior del centro el comedor del Antonio Machado, terminar con la masificación, el exceso de los ratios y las aulas itinerantes en enseñanza secundaria, revisar las adscripciones de los colegios e institutos y las áreas de influencia designadas para la obtención de plazas, la climatización acorde al real decreto de la Junta de Andalucía para centros escolares y la creación de un centro juvenil».

A este respecto, el manifiesto leído durante el acto, subrayaba que , «a pesar de las numerosas reivindicaciones realizadas, a día de hoy continúan pendientes por construir comedores para cientos de alumnos, hay muros rotos que siguen sin repararse, techos de amianto que no se han eliminado a pesar de lo peligroso que es para la salud, instalaciones eléctricas deficientes que no permiten poner una estufa en invierno porque salta la luz, transporte escolar que deben pagar los padres a pesar de haber un transporte público gratuito para los ciudadanos, masificación en aulas donde no caben más niños, ratios disparadas, centros con alumnos nómadas porque no tienen aula fija y deambulan de aula en aula, centros con multitud de deficiencias, centros sin recursos para cubrir las necesidades educativas especiales de nuestros pequeños superhéroes, etc. En definitiva, una situación lamentable para los alumnos de esta ciudad considerada de 5 estrellas».

«Queremos que se nos escuche y que vean que estamos aquí presentes», decía Ana Carrasco, del Ampa Pico de los monjes, del CEIP Xarblanca. Su compañera, Ellen Zingale, vicepresidenta de la agrupación, señalaba que en el último consejo escolar, el concejal asignado a su centro les pidió confianza, «pero sin compromiso, no puede haber confianza». «Después de tantos años seguimos aquí. Mi hijo mayor salió del colegio y no había instituto, mi hijo menor sale este año y tampoco ha llegado. ¿Por qué no tiene derecho a su instituto?», preguntaba.

Transcurrida poco más de media hora desde el inicio de la protesta, Gil era conminado por parte de la Policía Local a terminar con los cánticos de reivindicación. «Nos han dicho que tenemos que cortar los ruidos porque no están permitidos por normativa, de otro modo tendrían que multarme como promotor de la concentración», explicaba. Así terminaba la protesta, no sin antes precisar que volverán a reeditarla tantas veces como sea necesaria y que llevarán su causa al propio consejero de Educación, Javier Imbroda, que tiene previsto visitar Marbella para poner la primera piedra del nuevo instituto de Las Chapas en la primera semana de febrero.