El príncipe de Marbella se queda sin palacio
Un Juzgado de Madrid inmoviliza la villa Monzer Al-Kassar a petición de un tribunal de Nueva York
Durante años fue conocido como ‘el príncipe de Marbella’ por el lujoso tren de vida que llevaba en la ciudad, y que no se preocupaba ... en disimular, aunque el que figuraba en los archivos de los servicios secretos de medio mundo era su verdadero nombre: Monzer Al-Kassar. En Marbella era uno más entre sus vecinos multimillonario, asiduo a las fiestas de verano y con particular devoción por las cenas benéficas, en las que hacía gala de generosidad a la hora de participar en las subastas. Durante dos décadas vivió con su familia y rodeado de una guardia pretoriana de guardaespaldas en una palacio de 2.600 metros construido en una finca de una hectárea en la lujosa urbanización Atalaya Park, en Puerto Banús, hasta que en junio de 2007 fue detenido en el aeropuerto de Barajas por una solicitud de las autoridades norteamericanas acusado en un proceso por tráfico de armas.
El traficante de armas sirio, detenido en España en 2007, fue condenado en 2009 en Estados Unidos a 30 años de cárcel
Dos años después fue condenado a 30 años de prisión y ahora la causa judicial ha alcanzado también a la que fuera su casa. El Juzgado Central de Instrucción número Seis de Madrid ha ordenado la inmovilización y la prohibición de disponer del inmueble. La decisión judicial es consecuencia de una comisión rogatoria por la sentencia dictada por un juzgado de Nueva York que ordenó la incautación de todos los activos de Al-Kassar.
El palacio no estaba a nombre suyo, sino oculto tras una maraña de sociedades en la que aparecen los nombres de a ‘Alkaport SL’, ‘Falco Palace Limited’ y ‘Falcón Palace Marbella SL”.
Vida tranquila
Pese a que hasta el momento en el que fue detenido llevaba una vida tranquila en Marbella, la trayectoria del sirio Monzer Al-Kassar fue un constante huir de las policías europeas y norteamericanas, sobre todo después de que su nombre apareciera vinculado con el comando terrorista que en 1986 abordó el yate Achille Lauro y mató a uno de los turistas que viajaban a bordo, un anciano norteamericano de origen judío.
Traficante de armas, expulsado de Francia, Alemania e Italia, procesado en Dinamarca y Suiza, y declarado persona ‘non grata’ en Estados Unidos, Canadá y Austria, España intentó expulsarle en 1987 para no dañar la relación con sus principales socios. Aunque Al-Kassar ganó una batalla en los tribunales para poder seguir residiendo en el país, en 1988 el Gobierno de Felipe González aprovechó una ausencia transitoria del país para prohibirle el reingreso durante tres años. Cumplido ese plazo, España tuvo que permitirle el regreso. Al-Kassar había conseguido un pasaporte argentino gracias a sus estrechas relaciones con el entonces presidente de país austral, Carlos Menem. Con documentación en regla, consiguió quedarse en Marbella y sus problemas con la justicia parecieron acabarse cuando en marzo de 2005 fue absuelto en el proceso que lo vinculaba al Achile Lauro.
La propiedad del inmueble estaba oculta tras una maraña de sociedades
Sin embargo, dos años después fue detenido cuando regresaba a España, supuestamente después de haber intentado vender armas a unos falsos emisarios de las FARC colombianas que en realidad eran agentes encubiertos norteamericanos. Estados Unidos lo buscaba por conspiración para proporcionar ayuda y medios materiales a una organización terrorista, conspiración para matar a ciudadanos americanos, conspiración para matar a oficiales americanos, conspiración para usar y adquirir misiles antiaéreos y por blanqueo de capitales. En 2009 consiguió condenarlo y ahora el embargo de sus bienes ha alcanzado a su palacio de Marbella.
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