Así organiza la poda Marbella con los nuevos 10.000 m2 de zonas verdes
Más de una veintena de trabajadores especializados, 420.000 euros y un plan anual para la conservación de la masa arbórea
JOAQUINA DUEÑAS
Marbella
Sábado, 26 de marzo 2022
El aumento de nuevas zonas verdes en los últimos años ha superado los 10.000 metros cuadrados y los nuevos proyectos pretenden sumar otros casi ... 9.000 en lo que resta de legislatura, siendo la ciudad con más zonas verdes por ciudadano. Unas áreas que requieren de un cuidado y conservación específica que se establece a través de programas anuales como el de poda y el de sanidad vegetal. El plan de poda municipal cuenta con un presupuesto de 420.000 euros al año, lo que supone un incremento de 50.000 euros con respecto a los ejercicios anteriores y se realiza a lo largo de los doce meses. , se realiza a lo largo de los 12 meses del año.
El concejal de Parques y Jardines, Diego López explica que «estos trabajos se realizan con dos estructuras perfectamente diferenciadas: equipo de operarios municipales y equipo de empresa especializada adjudicataria del contrato». «Debido al elevado número de ejemplares de arboles y palmeras, es imprescindible conjugar dichos equipos y recursos, de cara a poder dar solución a las innumerables incidencias del día a día. No en vamos a lo largo del ejercicio 2021 hemos podado mas de 5.000 ejemplares entre árboles y palmeras municipales», abunda.
El equipo municipal lo conforman dos podadores, dos operarios de apoyo y otros tantos camiones, uno con canasta para los trabajos en altura y otro de recogida de los restos vegetales. Por su parte, la empresa especializada puede llegar a aportar hasta siete equipos de tres operarios formados por un podador y dos ayudantes. Además, cuenta con camiones canastas, grúas elevadoras, octopussy. López precisa que «en casos excepcionales, contamos con la asistencia de un especialista con la titulación europea European TreeWorker».
Palmeras
No se realizan podas sistemática sino que se actúa en cada una de las especies en función del criterio técnico. «Se poda cuando es realmente necesario. Solo cuando el árbol lo requiere o la incidencia del mismo así lo aconseja», precisa el edil. En este sentido, las palmeras llevan décadas formando parte del paisaje marbellí y su mantenimiento requiere de cuidados especiales, tanto por la incidencia del picudo como por sus peculiaridades en la poda. Además, hay que tener en cuenta la caída de ramas o de frutos para organizar el calendario. Además, cada tipo tiene sus particularidades.
Así, las Washingtonias robustas se suelen podar dos veces al año, una de enero a marzo y la otra de septiembre a noviembre. «Esta especie es de la que más incidencia tiene en la limpieza viaria puesto que sus frutos, llamados inflorescencias, suelen manchar mucho y además son las mas numerosas», comenta López. Las Phoenix dactylifera se podan una vez al año, haciéndolo coincidir con el vuelo bajo del picudo rojo para reducir los ataques, suele ser de octubre a diciembre. Además se actúa en la retirada de los dátiles cuando maduran. Para terminar, las Phoenix canariensis se podan exclusivamente en los meses más fríos del año. «Durante el invierno, pero mas concretamente en los periodos mas gélidos puesto que son los ejemplares favoritos del picudo», precisa. A lo largo del año se les realizan a todas tratamientos sanitarios.
El aroma a azahar es seña inconfundible de la ciudad pero para ello, cada temporada deben recolectarse las naranjas antes de que comiencen a caer de los 1.800 ejemplares del municipio. La campaña dura en torno a un mes y medio, entre enero y febrero, y en la de este año, recién cerrada, se han recogido 84.000 kilos. El objetivo es la conservación de los árboles pero también evitar la suciedad por la caída de los cítricos.
Casi 80.000 euros contra la plaga de procesionaria
La plaga de la procesionaria es la más conocida por la ciudadanía por las consecuencias para el árbol, que puede secarse, y la incidencia en la salud publica, al afectar tanto a personas como animales, provocando alergias y efectos urticantes. Por eso, el concejal delegado de Parques y Jardines, Diego López, subraya que «los tratamientos preventivos sobre los pinos, son año a año, unas actuaciones que se priorizan y planifican para minimizar los posibles efectos y, en la medida de lo posible, evitar su aparición». Unos tratamientos que cuentan con un presupuesto de cerca de 80.000 euros para 13.528 pinos en 76 zonas de intervención en los cuatro distritos.
Se realizan tratamientos en los grandes parques y zonas verdes: Nagüeles, Vigil de Quiñones, Polideportivo Paco Cantos, El Calvario y zona de Valeriano Rodríguez. Cinco intervenciones que abarcan una superficie aproximada de 33 hectáreas y unos 9.900 pinos. Además, se instalan trampas de captura y monitorización con feromonas.
Fuera de esos parques, también se controlan los pinos de los cuatro distritos que son más de 3.600, distribuidos en 71 zonas de intervención que incluyen calles, colegios, parques, guarderías, áreas verdes o rotondas.
Cabe destacar que existen una serie de zonas en la que la incidencia puede acarrear más problemas para personas y animales por lo que se han creado tres grupos de máxima atención y prioridad: colegios, con un total de 16, la guardería de Las Chapas y tres parques caninos en Nagüeles, la Represa y Las Chapas.
López incide en que, igual que en el caso del picudo, «tan importante es que el Ayuntamiento trate a sus pinos, como que los particulares hagan lo propio con los suyos, o de nada servirá todo el esfuerzo operativo y económico que se hace desde la administración», por lo que solicita la colaboración ciudadana como estrategia integral de prevención contra la procesionaria.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión